Guatemala y Panamá pugnan por la refinería mesoamericana, que costará 8.000 millones

¿Guatemala o Panamá? La ubicación de la refinería petrolera que los países de Centroamérica, Colombia, México y República Dominicana quieren levantar en la región fue el tema central de la reunión de ministros de Exteriores y Energía celebrada ayer en el marco de la II Cumbre sobre la Iniciativa Energética Mesoamericana. La cita culminará hoy con un encuentro entre los jefes de Estado y de Gobierno.

El borrador de la Declaración de La Romana, localidad dominicana en la que tiene lugar la cumbre, incluye un punto en el que establece que Guatemala y Panamá poseen las dos mejores opciones para la instalación de la planta refinadora. Momentos antes de iniciarse la reunión ministerial, El Salvador tenía ciertas reservas sobre los criterios usados en el estudio de factibilidad para presentar dichas opciones.

Y mientras las autoridades de Panamá evitaban alusiones sobre el tema, las de Guatemala manifestaban su convicción de tener la mejor opción y mostraban su deseo de que no se dejara la selección final a la suerte de una competición basada en la oferta de incentivos para atraer la inversión privada necesaria para el proyecto.

En cuestión de unas horas, hoy sábado, los jefes de Estado y de Gobierno de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, México, Colombia y República Dominicana, tendrán que decidir si aprueban, en todos sus puntos, el borrador de declaración. El documento está llamado a avanzar en la aplicación del Programa de Integración Energética Mesoamericana (PIEM), surgido de la cumbre celebrada en Cancún, México, el 13 de diciembre de 2005.

En esta ocasión, la cita para la II Cumbre sobre la Iniciativa Energética Mesoamericana es Casa de Campo, un complejo turístico de lujo en La Romana, a 110 kilómetros al este de Santo Domingo.

Las estrictas medidas de seguridad han alterado la paz de los dueños de villas y de turistas que llegan atraídos por el golf y la pesca deportiva.

La idea de los países que forman parte del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), Colombia y México es clara: el petróleo sigue siendo su principal recurso energético y sobre él hay que cimentar un plan de integración llamado a "mejorar la competitividad de nuestras economías a través del acceso a fuentes de energía seguras, confiables y a precios competitivos". En este sentido, las bases están sentadas para cerrar el marco jurídico que permita, a más tardar el 31 de agosto, publicar las bases para licitar la construcción de una refinería cuya materia prima saldría de México —mayoritariamente—, Belice y Guatemala.

360.000 barriles diarios

La planta debe tener capacidad para refinar 360.000 barriles diarios con los que "satisfacer una parte importante de las necesidades petrolíferas de los países miembros del PIEM, y permitirá la exportación de excedentes a otros mercados", se dice en el borrador de la declaración.

Se contemplan dos ubicaciones posibles: Guatemala y Panamá. Ayer, antes de comenzar la reunión ministerial, el responsable guatemalteco de Energía, Luis Ortiz, defendía su plaza como la mejor. "Cuando uno entra un poquito más a fondo encuentra que Puerto Quetzal tiene muchísima más infraestructuras, tiene un desarrollo portuario mucho mejor y en la misma puntuación del análisis". El canciller de Panamá, Samuel Lewis, eludió alusiones directas al tema. Y la ministra de Economía de El Salvador, Yolanda Mayora, manifestaba que tenía "todavía algunas preguntas en relación con los criterios que se presentaron" en el estudio de factibilidad.

Sin embargo, todo indicaba que las modificaciones al borrador iban a limitarse a algunos términos usados y que, aunque a Ortiz no parecía gustarle demasiado la idea, Panamá y Guatemala tendrán que venderse en el mercado de inversores para ver cuál de las dos plazas gana la batalla para instalar una planta cuyo costo estimado ronda los 8.000 millones de dólares.

Por lo demás, el plan de integración energética apostará por la explotación del gas natural como segunda opción, contempla el avance de los trabajos para la interconexión eléctrica entre México y Guatemala, y establece su compromiso con la promoción del uso de las energías renovables.