Hayden consigue apoyos para dirigir la CIA pese al escándalo de las escuchas ilegales
El FBI registra la vivienda del número tres de la inteligencia estadounidense por posible concesión ilegal de contratos
La Casa Blanca mantiene que es la persona idónea para llevar las riendas del Servicio Central de Información (CIA), pese a que fue él, en su etapa de director de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en inglés), quien comenzó el polémico programa que sirvió para espiar a ciudadanos sin autorización judicial.
A los estadounidenses parece no importarles tampoco que el Gobierno les grabe sus llamadas telefónicas o controle sus correos electrónicos, a juzgar por los resultados de una encuesta publicada hoy. Según ese sondeo, la mayoría de los encuestados, el 66 por ciento, asegura que no le molestaría que el Gobierno grabase sus llamadas personales.
La encuesta, elaborada ayer por el diario "The Washington Post" y la cadena de televisión ABC, revela que el 63 por ciento considera aceptable el citado programa de espionaje como vía para investigar amenazas terroristas. El 44 por ciento lo califica de inaceptable y el 24 por ciento se opone de forma rotunda al mismo. Y para la gran mayoría, el 65 por ciento, la investigación de potenciales amenazas es más importante que su intimidad.
Registros en la casa del número 3 de la CIA
La oficina y la vivienda del "número tres" saliente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Kyle "Dusty" Foggo, fueron registrados hoy por la policía, informó la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Foggo se encuentra bajo investigación no sólo del FBI sino también de la agencia tributaria estadounidense (IRS), el servicio de investigaciones penales del Departamento de Defensa y el inspector general de la propia CIA. Estas dependencias obtuvieron un permiso judicial para registrar el domicilio y la oficina de Foggo en la CIA, en el estado de Virginia.
Los organismos tratan de determinar si el alto funcionario, que presentó su dimisión esta semana, intervino de manera ilegal en la concesión de contratos a un empresario de San Diego y amigo personal suyo Brent Wilkes. Wilkes está implicado, a su vez, en un escándalo de corrupción en el Senado. Foggo asegura que no ha cometido ningún delito y que todos los contratos con los que él tuvo que ver se adjudicaron "de manera apropiada".
Propósito de "proteger"
Según la misma encuesta, la mitad de los 502 adultos entrevistados aprueba la forma en que el presidente estadounidense, George W. Bush, gestiona los asuntos relacionados con la privacidad de los ciudadanos. Bush compareció ayer ante la prensa para reiterar lo que ya dijo en varias ocasiones, que el trabajo de la comunidad de inteligencia es y fue siempre legal, y que el programa de escuchas que ahora está en tela de juicio se puso en marcha, con su visto bueno, con el propósito de "proteger" a los ciudadanos.
Ese programa comenzó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE UU, con el general Hayden al frente de la NSA, un organismo que se ha hecho con una inmensa base de datos de sospechosos de terrorismo pero también de ciudadanos de a pie, según desveló el diario "USA Today". La información publicada ayer por este periódico, según la cual la Administración fue mucho más allá de los potenciales terroristas, ha reavivado una polémica que viene de lejos, pero que ahora amenaza con complicar la confirmación del nombramiento de Hayden en el Senado.
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