Bush y Merkel piden a Irán que renuncie al poder nuclear por el "bien de la paz mundial"
Hasta ahora EE UU y Alemania han mantenido una posición común en el conflicto con Teherán
El presidente estadounidense, George W. Bush, se ha reunido en la Casa Blanca con la canciller alemana, Angela Merkel. Durante su encuentro, ambos líderes han discutido sobre la postura de Washington y sus aliados europeos frente al programa nuclear de Irán. Hasta ahora, Estados Unidos, Alemania, Francia y el Reino Unido han mantenido una posición común en la petición de que Irán ponga fin a su programa de enriquecimiento de uranio. Bush ha pedido al régimen iraní que renuncie a sus ambiciones nucleares "por el bien de la paz mundial".
En declaraciones a la prensa tras reunirse con Merkel, el presidente ha subrayado de nuevo la importancia de que la comunidad internacional permanezca unida para hacer frente al caso iraní. "Los iraníes deben entender que no vamos a doblegarnos, que nuestra alianza es fuerte, y que por el bien de la paz mundial deben abandonar" su ambición de hacerse con armas nucleares, ha añadido.
Bush y Merkel han comparecido ante la prensa tras una reunión de alrededor de una hora, en la que han abordado los últimos detalles en relación con la crisis iraní y han confirmado su apuesta por la vía diplomática para solucionarla.
La canciller alemana Angela Merkel ha hecho un llamamiento a la unión de la comunidad internacional para resolver de una forma diplomática el conflicto sobre el programa nuclear de Irán. Merkel considera fundamental "tratar de comprometer en el asunto a tantos aliados como sea posible". Según la canciller, "estamos en total acuerdo en que, bajo ninguna circunstancia, debe permitirse que Irán consiga armas nucleares". Ambos han lanzado este mensaje el mismo día en que el Reino Unido y Francia presentaron un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que se exige con carácter obligatorio a Irán suspender sus actividades nucleares, pese a las objeciones de China y Rusia.
Esta es la segunda entrevista que han mantenido Merkel y Bush en cuatro meses, y la relación entre ambos, a pesar de las críticas alemanas al tratamiento de los prisioneros de EE UU en Guantánamo, parecen más cordiales que las mantenidas por el presidente de EE UU con el anterior canciller alemán, Gerhard Schröder.
La posición común de ambos países frente a Irán contrasta con las divergencias que marcaron el debate en el Consejo de Seguridad de la ONU durante el período previo a la invasión estadounidense de Irak en 2003. Los observadores diplomáticos señalan que podrían surgir divergencias nuevamente si el Gobierno de Bush insiste en que la ONU imponga sanciones a Irán.
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