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La comunidad hispana 'desaparece' durante un día para demostrar su fuerza en Estados Unidos

La huelga de 24 horas tiene como objeto presionar al Congreso en favor de los millones de 'sin papeles' de ese país

Hoy no es día festivo en Estados Unidos, excepto tal vez para gran parte de la comunidad hispana, que de forma casi espontánea ha elegido esta fecha para desaparecer. El "día sin inmigrantes", que hoy ha sido secundado por cientos de miles de personas en todo Estados Unidos, tiene como objeto demostrar su enorme peso en la economía del país, y presionar así para que el Congreso busque una salida para los 12 millones de sin papeles que viven en ese país, y que representan el 5% del total de la fuerza de trabajo.

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Se trata de un movimiento de protesta sin líderes claros, que cuenta con el apoyo no expreso de la Iglesia católica (la única fuerza social que aglutina a todos los hispanos) y con un precedente en forma de película: Un día sin mexicanos, rodada en 2004 por Sergio Arau, el segundo filme más taquillero de la historia en México.

Como en la ficción, de lo que se trata hoy es de demostrar la importancia de esta comunidad de la forma más llamativa: desapareciendo. Es decir, quedándose en casa en lugar de ir a trabajar. ¿Quién servirá entonces la mesa en los restaurantes, aparcará los coches, limpiará las casas, recogerá las cosechas, etcétera?

Se trata sin duda una de las principales protestas sociales en Estados Unidos desde la lucha por los derechos civiles de los negros en los años sesenta o las marchas contra la guerra de Vietnam, y no se trata de una movilización sin riesgos, puesto que podría acarrear miles de despidos e incluso poner a la opinión pública en contra de esa comunidad en un momento tan importante.

Medio millón de manifestantes en Chicago

Sin embargo, las protestas han contado con la oposición de grupos estadounidenses que la consideran una burla a la autoridad, ya que estos 'sin papeles' se atreven a protestar pese a estar cometiendo un delito al permanecer en el país de forma irregular. Por esta razón, se han polarizado algunas opiniones y se ha llegado a reclamar la detención de los ilegales durante las manifestaciones.

Hasta el momento, la manifestación más concurrida ha sido la organizada por las asociaciones de Chicago, que contaban con medio millón de participantes al mediodía de hoy y a la que continuaban incorporándose nuevos manifestantes procedentes de todas las áreas de la ciudad, según recogían las cadenas de televisión norteamericanas.

En Nueva York, la jornada de hoy se ha caracterizado por la tranquilidad, con la población pendiente de la manifestación que tendrá lugar en pocas horas en Union Square. El efecto de la protesta se ha podido sentir en las tiendas, muchas de las cuales, aunque no han cerrado, se han visto obligadas a despachar con lentitud a los clientes.

Respuesta política

La respuesta de los comerciantes a la manifestación ha sido dispar: mientras que algunos de ellos se han unido a los manifestantes, principalmente en las zonas agrícolas que cuentan con una fuerte de mano de obra inmigrante y no podrían funcionar sin ellos, otros han amenazado a sus trabajadores con despidos si respondían a la convocatoria.

Los organizadores de la manifestaciones esperan ahora que los órganos gubernamentales respondan y rechacen de forma plena la criminalización de los trabajadores ilegales, tal y como pretendía un proyecto de ley de la Cámara de Representantes que ha sido rechazado por el Senado.

El Senado tramita ahora una propuesta de dos republicanos para permitir la legalización de aquellos inmigrantes sin papeles que lleven más de cinco años en Estados Unidos, y para poner en marcha un programa de trabajo temporal para el resto. El Pew Hispanic Center calcula que hay entre 11 y 12 millones de indocumentados, en su mayoría hispanos.

Miles de manifestantes se concentran para pedir más derechos para los inmigrantes, en Chicago.
Miles de manifestantes se concentran para pedir más derechos para los inmigrantes, en Chicago.REUTERS

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