Prodi insiste en su victoria electoral frente a las acusaciones de fraude de Berlusconi

Ante las continuas amenazas del hasta ahora presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, el líder de la centro-izquierda, Romano Prodi, se ha mostrado tranquilo y confiado en que su coalición ha ganado democráticamente las elecciones según el primer escrutinio de los votos tras las elecciones celebradas el domingo y lunes pasado. Los principales aliados de Berlusconi, han reaccionado con cautela ante su denuncia de que existen "tantos fraudes" en los comicios generales que el resultado "debe cambiar".

"No hay nada de lo que preocuparse, estamos tranquilos", ha dicho hoy Prodi a los medios de comunicación italianos, a pesar de que su principal oponente insista en pedir un recuento. Según los datos disponibles hasta ahora, el centro-izquierda ha ganado las elecciones en Italia por un estrecho margen de 25.000 votos, lo que le da una ventaja importante en la Cámara de los Diputados que cuenta con un sistema de reparto de escaños que premia la mayoría.

Sin embargo, la diferencia del número de escaños es más apretada la cámara alta, por lo que la coalición de Il professore podría contar con problemas de gobernabilidad durante la legislatura.

De todas maneras, los medios italianos insisten en que la idea de Berlusconi de aprobar a última hora un decreto con el fin de recontar los votos, no sería aceptada por el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi.

Prudencia entre la derecha

Representantes de la derechista Alianza Nacional y de los democristianos de la UDC no han empleado la palabra "fraude", mientras que el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, de Forza Italia -partido de Berlusconi-, ha preferido no hacer comentaros. "Hace un bonito día", ha respondido a las preguntas de los periodistas sobre las acusaciones de Berlusconi.

Uno de los líderes de AN, el diputado Ignazio la Russa, incluso se ha distanciado de las palabras del primer ministro, al señalar que personalmente no tenía "noticias de fraudes", aunque ha añadido que carece de acceso a las mismas fuentes de información que Berlusconi. Según una emisora francesa, el propio Berlusconi ha llegado a suavizar la palabra "fraude" por la de "irregularidades".

El recuento de votos se ha visto envuelto en la polémica no sólo por las 43.000 papeletas cuestionadas oficialmente, sino también porque este miércoles se encontraron tirados en Roma, en un montón de la basura, 900 votos y desde Suiza se denunció la desaparición de 38.000 sufragios.