Los sindicatos franceses lanzan un ultimátum y exigen la derogación del CPE antes del 17 de abril
La coalición del presidente Chirac mantiene una reunión con los con los sindicatos para tratar la reforma del Contrato de Primer Empleo
Los sindicatos de estudiantes y obreros franceses contrarios al Contrato de Primer Empleo han lanzado un ultimátum en el que exigen al Gobierno que derogue la ley que contiene la reforma laboral antes del 17 de abril si quiere iniciar las negociaciones para una nueva regulación que ayude a reducir el paro entre los jóvenes. A las tres de la tarde ha comenzado la reunión entre los grupos contrarios al CPE y los representantes de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) -la coalición por la que Jacques Chirac se presentó a las elecciones y que ahora preside el número dos del Ejecutivo, Nicolás Sarkozy-, para abordar la remodelación del contrato de primer empleo.
El CPE, que permite el despido sin justificación de los menores de 26 años durante los dos primeros años de contrato, ha desatado toda una revuelta popular y estudiantil en Francia y que ha puesto contra las cuerdas el Gobierno de Dominique de Villepin con sucesivas manifestaciones y huelgas que han contado con la participación de millones de franceses. Ayer mismo, en la quinta jornada nacional de protesta, entre uno y tres millones de franceses salieron a la calle a pedir su retirada. Las jornadas de movilizaciones contra el CPE han logrado que el presidente Chirac promulgara la ley con la petición de que no fuera aplicada hasta que no fuera reformada. Prácticamente, la defunción de la ley. Además, las protestas han forzado la reunión de los sindicatos y la UPM para consensuar la reforma de la ley.
En un encuentro preparatorio para dicha reunión, que será esta tarde, los 12 sindicatos de estudiantes y trabajadores que han mantenido las protestas, conscientes de la fortaleza de su posición, han dado un ultimátum al Gobierno. Exigen, como condición para sentarse a negociar un nuevo texto, la derogación de la ley para la igualdad de oportunidades, que contiene el CPE, antes del 17 de abril. Exigen que la Asamblea apruebe, en una votación antes de las vacaciones parlamentarias de Pascua, el próximo día 17, una ley que derogue la primera. Si no se produce esta votación, se declaran "dispuestos a decidir un nuevo periodo de fuertes movilizaciones, sin excluir ningún medio de acción".
Responsabilidad
Por su parte, presidente ha pedido responsabilidad y diálogo constructivo a los representantes sindicales que se reunirán con miembros de su partido esta tarde. También ha instado a los estudiantes a volver a clase -dos tercios de las 84 universidades francesas han estado bloqueadas durante semanas por la crisis del CPE- y se preparen para sus exámenes. Tras la reunión del Consejo de Ministros, el portavoz gubernamental, Jean-Francois Copé, ha dicho que el presidente ha transmitido que "cada uno debe asumir su parte de responsabilidad para que las conversaciones que se abren sean constructivas".
Los primeros en ser recibidos esta tarde serán los representantes de los sindicatos de trabajadores, que estarán acompañados por los ministros de Cohesión Social, Jean-Louis Borloo, y de Empleo, Gérard Larcher, los primeros en entrar en acción de un equipo de ocho diputados y senadores de la gobernante UMP. Entre todos tienen el encargo de redactar la proposición de ley para modificar los puntos conflictivos del CPE.
La UMP pide a los sindicatos que acudan sin prejuicios a la reunión, ofreciendo a cambio un diálogo sin limitaciones sobre el CPE, aunque se niegan a retirarlo formalmente, lo que constituiría una victoria obrera y una derrota para el primer ministro que le dejaría muy tocado para las elecciones presidenciales del año que viene, en las que competirá por el puesto con el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy.
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