Los sindicatos no logran convencer a Villepin de que retire la reforma laboral

Las conversaciones entre el primer ministro francés, Dominique de Villepin, y los principales sindicatos han finalizado sin que éstos hayan conseguido la retirada de la nueva ley que regula la contratación a jóvenes en Francia. No obstante, Villepin se ha comprometido a recibir a partir de mañana a las organizaciones de estudiantes. La intención de las cinco confederaciones sindicales en la reunión era expresamente la retirada del Contrato de Primer Empleo (CPE), que permite despedir a los menores de 26 años sin necesidad de justificarlo durante los dos años del período de prueba.

"No hemos logrado convencer al primer ministro para que retire el CPE", ha declarado el secretario general del CHT, Bernard Thibault, después de la reunión que han mantenido las cinco confederaciones sindicales y el Gobierno francés.

A pesar de la falta de acuerdo, para el primer ministro francés la reunión que ha mantenido con los sindicatos es "importante" al ser la "primera etapa" del diálogo sobre el nuevo contrato para los jóvenes. "Deseo continuar las conversaciones en los próximos días", ha confirmado Villepin en una escueta declaración a la prensa al término del encuentro en Matignon (sede del Gobierno francés), que ha durado apenas una hora.

El primer ministro, que estaba flanqueado por los titulares de Cohesión Social (Jean-Louis Borloo) y de Empleo (Gérard Larcher), ha invitado en esta declaración a los representantes de las organizaciones de universitarios y de estudiantes de secundaria a que se reúnan con él mañana, dos días antes de lo previsto. De hecho, éste es el único logro que se otorgan los sindicatos al no poder hacer nada para suprimir la polémica reforma. "Lo único que hemos obtenido es que (Villepin) reciba rápidamente a las organizaciones de jóvenes, de institutos y universidades, y lo hará, a petición nuestra, mañana", ha reconocido Thibaut, al salir de Matignon.

Presicsamente, el hecho de que Villepin haya aceptado adelantar la reunión demuestra que se ha dado cuenta de la urgencia de la situación, de la amplitud de la protesta y los riesgos de una radicalización del movimiento que la lleva a cabo. El máximo responsable del sindicato Fuerza Obrera (FO), Jean-Claude Mailly, ha asegurado, por su parte, que los sindicatos no han fijado nuevos encuentros con el Gobierno.

Ganar tiempo

Si Villepin hubiese aceptado hoy retirar el CPE, como le exigían los representantes de los trabajadores, "se habría ganado tiempo", ha comentado Thibault, consciente de que el pulso que mantienen con el Gobierno dependerá mucho del seguimiento de la jornada de acción interprofesional que han convocado para el martes próximo. Este día se celebrará la cuarta jornada de protestas, con manifestaciones y paros, convocada en los últimos dos meses por el colectivo anti-CPE, que integran doce organizaciones sindicales y estudiantiles.

Poco antes del inicio de la ronda de conversaciones de Villepin, el presidente Chirac reiteraba desde Bruselas su oposición a la retirada de una ley aprobada por el Parlamento, como reclaman los sindicatos, los estudiantes y la oposición de izquierdas. Chirac su "plena confianza" en el Gobierno y en que los sindicatos participen en el diálogo de forma "responsable y razonable". El presidente francés también se ha pronunciado sobre los actos de violencia que se registraron en algunas de las manifestaciones

En total, 630 presuntos alborotadores, de los 1.420 arrestados desde que comenzó la protesta hace dos meses, fueron detenidos ayer. Dos heridos graves siguen hospitalizados: Un joven de 21 años que fue agredido ayer por violentos en París está en reanimación, mientras que continúa en coma un sindicalista de 39 años herido el pasado sábado en circunstancias aún no aclaradas.