El ELN reabre en Cuba el diálogo con el Gobierno colombiano

El Gobierno colombiano y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) han iniciado una segunda ronda de contactos exploratorios en La Habana con el propósito de sentar las bases de un eventual proceso de paz. Esta vez, las conversaciones entre las autoridades y los insurgentes están condicionadas por el calendario electoral —con unos importantes comicios legislativos el 12 de marzo y elecciones presidenciales en mayo, en las que el presidente Álvaro Uribe es claro favorito—, por lo que no se esperan grandes anuncios ni sorpresas.

Al igual que en la primera reunión de este diálogo exploratorio, celebrada en diciembre en la capital cubana, los interlocutores por la guerrilla son Antonio García, jefe militar del ELN, y el portavoz Francisco Galán, mientras que el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, representa al Gobierno.

Está previsto que las conversaciones duren hasta el 28 de febrero, con la asistencia de un grupo de garantes ciudadanos y con España, Noruega y Suiza como países acompañantes.

Según García, establecer un diseño de paz no será algo "rápido". "El país tiene que apartarse de la ficción de que la paz es un ejercicio de voluntades y entender que es de realidades, en donde los caminos de construcción deben ser participativos", dijo el líder guerrillero, tras considerar que en La Habana ahora "la expectativa gira en torno a la posibilidad de empezar a diseñar una agenda".

"La idea es superar el carácter exploratorio. En la medida en que avancemos en la construcción de la agenda seguramente que la exploración se va a superar y empecemos a rodar en el desarrollo del proceso de paz", dijo el comandante del ELN, la segunda mayor guerrilla de Colombia, con unos 5.000 hombres en armas y alrededor de 500 secuestrados. Para el empresario Moritz Akerman, uno de los garantes ciudadanos de las conversaciones, el momento electoral que se vive en Colombia ha cambiado el "ritmo" de los contactos.

Existe, en su opinión, la posibilidad de "que por la campaña electoral nadie arriesgue una iniciativa, y se transite por estas reuniones como forma de sostenimiento del proceso a la espera del resultado electoral".

Akerman advirtió, sobre el "riesgo de desgaste" como consecuencia del "desajuste entre las expectativas de la sociedad y lo que la mesa produzca". Según fuentes de los países acompañantes, las elecciones parlamentarias abren un escenario "interesante" por la posibilidad de un avance de las fuerzas favorables al diálogo.