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Reportaje:

Los ecologistas detienen un portaaviones en los despachos

Chirac suspende el viaje del 'Clemenceau' a India para su desguace tras la denuncia de que contiene materiales peligrosos

El portaaviones francés Clemenceau, que durante años fuera buque insignia y orgullo de la Armada francesa, tiene cada vez más difícil acabar sus días desguazado en India, hacia donde lleva más de un mes navegando. El Consejo de Estado de Francia ha decidido hoy que suspenda su viaje, y el presidente, Jacques Chirac, ha ordenado su regreso a casa.

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El Consejo de Estado, la más alta instancia administrativa, ha ordenado hoy la suspensión de la travesía atendiendo a la demanda de las organizaciones ecologistas, que arguyen que el buque contiene aún varias toneladas de materiales tóxicos. Chirac había asegurado horas antes que tomaría él mismo la decisión final de acuerdo con el dictamen del Consejo de Estado.

A dos semanas de llegar a su destino, el buque se enfrentaba además a la prohibición dictada por el Tribunal Supremo indio para que no entrara en las aguas territoriales de ese país hasta que los jueces tomaran una decisión en firme sobre el asunto.

El Clemenceau fue desarmado en 1997 y el pasado 31 de diciembre zarpó de Tolón con destino al astillero de Shre Ram del puerto indio de Alang. Allí van a morir los grandes buques de medio mundo, desguazados por millares de personas que trabajan sin medidas de protección por sueldos míseros.

El problema radica en que, según la organización ecologista Greenpeace, el barco contiene cientos de toneladas de materiales tóxicos, incluidas 500 de amianto. El Gobierno francés sólo reconoce que quedan 45 de asbestos, tras la retirada de otras 115 de este peligroso material. "Sólo queda lo imprescindible para que pueda navegar", según el Ministerio de Defensa francés.

El inmenso portaaviones, de 27.000 toneladas, ha recorrido durante 35 años el equivalente a 48 veces la vuelta al mundo, y fue el orgullo de la Armada francesa. Los grupos ecologistas y numerosos expertos consideran que el Clemenceau debe ser desguazado en Francia, donde se dispone de los medios tecnológicos para manejar el amianto y los demás materiales tóxicos.

El buque <i>Clemenceau,</i> en el puerto militar de Tolón el pasado 30 de diciembre.
El buque Clemenceau, en el puerto militar de Tolón el pasado 30 de diciembre.REUTERS

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