La resurrección de Lula

Un sondeo del Instituto Sensus, sufragado por la Confederación Nacional de Transportes (CNT) de Brasil, revela una sorpresiva recuperación de la popularidad del presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva: supera a todos sus posibles adversarios, incluso al alcalde de São Paulo, José Serra (PSDB), quien hasta hace unas semanas aparecía empatado con Lula en la primera vuelta y como ganador por 10 puntos en la segunda. Ahora, en los nuevos sondeos, Lula gana a Serra por 10 puntos, lo que supone una reconquista de 20 puntos.

Los datos oficiales serán publicados hoy, pero la noticia era tan llamativa que fue filtrada a la mayoría de los medios de comunicación y llegó la tarde del domingo a los 1.000 militantes del Partido de los Trabajadores (PT) que celebraban el 26º aniversario de la fundación del partido, con la presencia de Lula. El alborozo del resultado de los nuevos sondeos hizo que allí mismo Lula, que aún no ha hecho pública oficialmente su candidatura para las elecciones de octubre, fue ya aclamado a gritos no sólo como candidato sino como "vencedor" de los comicios.

Los analistas políticos, aunque sorprendidos por los resultados, se han visto obligados a dar una explicación. Según ellos, el vuelco de la imagen de un Lula derrotado por Serra (su rival en las elecciones de 2002, que le obligó a una segunda vuelta) a la de un presidente que triunfa rotundamente ocho meses antes de las elecciones se debe, en primer lugar, a la campaña que desarrolla desde hace meses para "recoger los frutos sembrados por su Gobierno", en sus propias palabras. De ahí que cada día viaje a distintos lugares del país inaugurando todo tipo de actos. En segundo lugar, hay que tener en cuenta el éxito indiscutible de la política macroeconómica que ha hecho descender el riesgo de Brasil al nivel más bajo desde hace muchos años —el dólar bajó ayer a índices que no conocía desde hace cinco años—. Y, por último, ha influido la campaña de Lula para recuperar a los más pobres, una vez perdida la clase media que le había apoyado en 2002. Su lema ahora es: "Yo tengo la cara del pueblo [es decir, de los más pobres] y no la cara de la zona sur de Río [de Janeiro] o de la Avenida Paulista de São Paulo es decir, de las clases media y alta]".

Dos candidatos

El sondeo crea graves problemas al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que debe decidir entre dos candidatos importantes que podrían enfrentarse a Lula en las elecciones: Serra y Geraldo Alckmin, gobernador de São Paulo. El partido del anterior presidente, Fernando Henrique Cardoso, se inclinaba por Serra, que aparecía vencedor en todos los sondeos, pero Serra había prometido a sus electores que nunca dejaría la alcaldía para disputar la presidencia. ¿Querrá ahora arriesgarse a perder la tercera mayor alcaldía del mundo y afrontar el peligro de quedarse tres años fuera de la política si pierde de nuevo ante Lula?

En las filas de la oposición ayer se llegó a dudar de la veracidad del sondeo. Algunos, como el alcalde de Río de Janeiro, César Maia, llegaron a pedir una revisión técnica de la encuesta. Alegaban que un estudio realizado por una institución que ha tenido como socio a Marcos Valério, el gran financiador ilegal del PT, ha podido ser manipulado.

Mientras tanto, Lula, durante la fiesta del 26º aniversario del PT, pidió al partido que, después de "haber pedido perdón por los errores" cometidos por algunos de sus líderes, levante la cabeza y vaya a la lucha. Lula confesó que a él "le encanta la polémica y la pelea". Y afirmó vehementemente que la gestión del PT ha conseguido en 75 meses más éxitos que los cosechados por anteriores Gobiernos en los 500 años de la historia de este país.