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Netanyahu gana las elecciones primarias del Likud

La elección del ex primer ministro supone una radicalización de la política del partido

El ex primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se ha impuesto en las elecciones primarias del partido derechista y nacionalista Likud, según ha anunciado el director general del partido, Arik Brami. Más de 128.000 afiliados estaban convocados para elegir nuevo presidente tras la deserción, a finales de noviembre, del primer ministro, Ariel Sharon. El veterano político, que se recupera en un hospital de Jerusalén del leve infarto cerebral que sufrió ayer, abandonó el Likud tras 31 años de militancia y seis de ellos como su presidente.

Poco después de conocerse los primeros resultados, el principal rival de Netanyahu, el ministro de Asuntos Exteriores, Silvan Shalom, ha llamado al ex presidente para felicitarle por su victoria. "Le he dicho que estoy a su disposición", ha afirmado ante los periodistas. Con escasas posibilidades de ser elegidos, también habían presentado su candidatura el ministro de Agricultura, Israel Katz, y el ultrarradical Moshe Feiglin.

La pugna entre Shalom y Netanyahu ha representado la de dos ideologías en el camino del principal partido de Israel por número de militantes y años de gobierno, 22 desde 1977. Netanyahu, paladín del movimiento colonizador en Cisjordania, representa el camino de los halcones y Shalom, que apoyó la evacuación de Gaza, el de los moderados. Así, la elección de Netanyahu representa el triunfo de la radicalización en las posturas del Likud.

"Kadima es sólo Sharon"

Los analistas apuntaban ayer que las posibilidades del ministro de Exteriores de ser elegido dependían de una muy baja participación (alrededor del 30%) o, por el contrario, muy alta (75-80%), en tanto que Netanyahu se beneficiaría de cualquier porcentaje entre esos extremos. Medios de comunicación israelíes aseguran que la participación final ha oscilado entre el 35 y el 40%. "Quiero hacer una revolución en el Likud; hoy es un día importante en el Likud y la gente tiene que ser responsable y tomar parte en esta revolución", dijo Shalom al exhortar a los militantes a ejercer el derecho al voto.

Shalom ha defendido en su campaña que el partido Likud regrese a sus históricas posturas de centroderecha, con el fin de atraer al electorado que tiene miedo a un dirigente como Netanyahu, defensor del ala radical. Fue precisamente esa radicalización la que provocó en noviembre la salida de Sharon, que creó una nueva formación de centro -Kadima- con la que poder llevar adelante una solución, bien negociada bien unilateral, al conflicto con los palestinos. Su hospitalización a causa de un coágulo en el cerebro disparó las especulaciones sobre una alta participación en las primarias de hoy en el Likud, al considerar que su desaparición de la escena política daría un nuevo ímpetu a la formación nacionalista.

Entre las consecuencias políticas de la enfermedad de Sharon se baraja un nuevo infarto cerebral, ya que según las estadísticas un 30% de las personas de su edad vuelven a sufrirlo en el primer año. Esa posibilidad ha generado las primeras especulaciones sobre el futuro de Kadima, partido que reúne a derechistas e izquierdistas y cuyo único nexo de unión parece ser el primer ministro. "Es una exageración decir que Kadima es sólo Ariel Sharon, no es el partido de una única persona", ha respondido el viceprimer ministro y delfín de Sharon, Ehud Olmert.

Varios afiliados del Likud acuden a un colegio electoral en Jerusalén con carteles de Netanyahu y Shalom.
Varios afiliados del Likud acuden a un colegio electoral en Jerusalén con carteles de Netanyahu y Shalom.AP

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