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California ejecuta al condenado a muerte al que Schwarzenegger negó clemencia

Stanley Williams, culpable de asesinar a cuatro personas hace 26 años, murió por inyección letal.- Es el 12º preso ejecutado en ese Estado desde 1977

El Estado de California ha ejecutado esta mañana (medianoche hora local) al condenado a muerte Stanley Tookie Williams, después de que el gobernador, Arnold Schwarzenegger, no le concediese anoche clemencia. Williams se reconoció autor de la muerte de cuatro personas hace 26 años, crímenes de los que se arrepintió, y en los últimos años se había convirtido en todo un símbolo contra la pena de muerte. El caso ha desatado un debate sobre la pena capital y la posibilidad de redención como no se había visto desde hacía años en todo Estados Unidos.

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Schwarzenegger dejó para el último momento su decisión sobre si le concedía o no clemencia y conmutaba la pena capital por la cadena perpetua, pero finalmente se negó. Williams, de 51 años de edad y cofundador de la banda de los Crips, ha muerto a las 9.35 hora peninsular española tras recibir una inyección letal -una combinación mortal de productos químicos- en la prisión de San Quintín, en California. La ejecución ha comenzado 20 minutos más tarde de lo previsto debido a que los técnicos han tenido dificultades en colocar la segunda de las dos agujas que se emplean para la inyección letal, hecho que ha parecido molestar a Williams, según los testigos. El reo ha tardado 13 minutos en morir.

Aunque inicialmente dijo que no quería que ningún allegado estuviese presente en su ejecución, ya que lo consideraba "enfermo, pervertido e inhumano", finalmente nombró a los cinco testigos que le correspondían: la editora de sus libros, Barbara Becnel, y cuatro miembros de su equipo legal. Tres de sus cinco testigos le han saludado con los puños en alto mientras agonizaba, y al salir del recinto, tras la defunción, han gritado: "¡California acaba de matar a un hombre inocente!". Mientras tanto, una multitud de seguidores (unos 2.500, según la CNN) protestaba a las puertas de la prisión contra la "muerte patrocinada por el estado". Entre ellos se encontraba el reverendo Jesse Jackson y la cantante Joan Baez, que ha entonado varias canciones en un escenario improvisado. El preso, de raza negra, rechazó la tristemente célebre última cena y la compañía de un consejero espiritual.

"No quiero comida, ni agua"

"No quiero comida, ni agua, ni simpatía del lugar que me va a matar", dijo Williams en una entrevista con San Francisco Chronicle a principios de diciembre. A media tarde, Williams recibió ropa limpia y fue llevado a una habitación donde estuvo supervisado en todo momento por guardias de la prisión. Los funcionarios han explicado que Williams pasó el resto del tiempo viendo la televisión y leyendo algunas de las 50 cartas que recibió el lunes con matasellos de lugares tan lejanos como Italia o Israel. Un portavoz de la prisión ha señalado que Williams parecía calmado y animado, a pesar de que no comió nada en todo el día excepto cereales con leche.

Williams fue sentenciado a muerte en 1981 por matar dos años antes de un disparo al dependiente Albert Owens, y por el asesinato de los propietarios de un motel de Los Ángeles y la hija de ambos durante un atraco, también en 1979. Una vez en prisión Williams, que nunca reconoció ser el autor de los crímenes, renunció a la violencia, escribió libros para jóvenes advirtiendo de los peligros de unirse a las bandas y fue el centro de atención de los medios de comunicación después de que sus seguidores le propusieran para el premio Nobel de la paz. Ese grupo pedía que su condena a muerte fuese conmutada por la cadena perpetua, para que desde la cárcel continuase con su labor social que, según afirman ha ayudado a muchos niños a alejarse de la violencia callejera.

California, a favor de las ejecuciones

El caso ha ocupado día tras día las portadas de los rotativos de California y del resto del país, espoleado en parte por personajes como el actor Jamie Foxx, el reverendo Jackson o la estrella del rap Snoop Dogg. Pero ha servido de poco. Schwarzenegger, cuyos índices de popularidad han caído este año, denegó el perdón bajo el argumento de que "sin una disculpa y sin una expiación por esos asesinatos brutales y sin sentido no puede haber redención". Es la tercera que vez que el ex actor deniega clemencia desde que tomó posesión en 2003 de su cargo en California, donde el 68% de los votantes apoya la pena de muerte. El Supremo de EE UU se unió a última hora del lunes al Tribunal Superior de California y al de apelaciones de San Francisco y denegó tomar en consideración el caso, echando por tierra cualquier posibilidad de último minuto.

Activistas contra la ejecución de Williams mantuvieron durante toda la noche en la ciudad de Los Ángeles una protesta para pedir clemencia.
Activistas contra la ejecución de Williams mantuvieron durante toda la noche en la ciudad de Los Ángeles una protesta para pedir clemencia.EFE

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