Francia investiga a los 'raperos' por incitar la revuelta

"Francia es una furcia, no pares de tirártela hasta dejarla agotada (...) Yo me meo encima de Napoleón y del general De Gaulle". Así de agresiva y de explícita es la letra de una de las canciones de Monsieur R., uno de los raperos más conocidos del país galo. Indignados por ésta y otras letras que incitan "al racismo anti-blanco y al odio a Francia", y con el recuerdo aún vivo de la ola de violencia que ha incendiado los suburbios más conflictivos del país, más de 200 parlamentarios han exigido al ministro de Justicia, Pascal Clément, que tome medidas en este asunto, según informa en su página web el diario Le Monde. El ministro ya ha abierto una investigación al respecto.

Precisamente a la reciente revuelta urbana se ha referido el diputado de la gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP) Francois Grosdidier, portavoz de los 153 diputados y 49 senadores que han firmado la iniciativa. "El mensaje de violencia de estos raperos recibido por jóvenes desarraigados, sin cultura, puede legitimar para ellos la incivilidad, o lo que es peor, el terrorismo", ha afirmado. Monsieur R. ya fue llevado a los tribunales por Daniel March, otro diputado de la UMP, quien asegura que "los ataques a la dignidad de Francia no pueden esconderse detrás de la libertad de expresión", y se enfrenta a una posible condena de hasta tres años de cárcel y una multa de 75.000 euros.

Los otros seis grupos acusados -113, Smala, Ministèrre AMER, Lunatic, Fabe y Salif- tampoco se andan con eufemismos. "Cuando veo a Francia abierta de piernas le doy por culo sin aceite" canta Lunatic. "Guerra racial, guerra fatal, ojo por ojo, diente por diente, organización radical, por todos los medios tenemos que tirarnos a sus madres francesas, eres tú quien pierdes" dice una de las letras de Smala.

Chivo expiatorio

Con la iniciativa de los parlamentarios y letras como éstas sobre la mesa, el ministro de Justicia galo ha dado una instrucción al procurador general de París para que abra una investigación sobre los grupos sospechosos de promover el racismo y el odio inter-étnico. Pero el problema al que se enfrenta la justicia francesa es que muchos de los grupos denunciados como peligrosos por los parlamentarios ya han desaparecido de la escena musical.

La iniciativa no ha recabado adhesiones unánimes en el país. El Movimiento contra el racismo y por la amistad de los pueblos (Mrap) la ha descalificado y ha decidido incluso abrir un espacio en Internet para poner a disposición de los parlamentarios numerosas canciones susceptibles de ser denunciadas si se les aplicaran los mismos criterios que a los músicos más subversivos. Su conclusión es clara: los raperos se han convertido en los chivos expiatorios de la revuelta."Después de los inmigrantes y de la poligamia, ahora son los artistas los señalados como los incendiarios de nuestros suburbios", concluye el Mrap.