El presidente de Irak insta a los grupos rebeldes a deponer las armas y les ofrece diálogo

El presidente iraquí, Yalal Talabani, ha diferenciado hoy en El Cairo entre terroristas y grupos de la resistencia iraquí para dirigirse a estos últimos, a los que ha pedido que depongan las armas y participen en la reconstrucción de un Irak democrático. Aunque Talabani no ha tenido ningún contacto con los insurgentes, ha afirmado: "Soy el presidente de todos los iraquíes y doy la bienvenida a cualquiera que decida deponer las armas". Mientras, en su país han muerto 24 personas en una emboscada, al tiempo que EE UU ha informado de la muerte de ocho soldados.

El dirigente iraquí ha lanzado este mensaje a los insurgentes durante una rueda de prensa ofrecida en el marco de la reunión para la reconciliación nacional iraquí, que representantes del Gobierno y de los distintos grupos religiosos y étnicos de Irak celebran desde el sábado en El Cairo. "Está claro, el terrorismo son aquellas acciones que cometen Abú Musab al Zarqaui y sus seguidores, así como otros grupos extremistas contra todos los hijos del pueblo iraquí, sean chiíes, suníes o kurdos", ha dicho Talabani, en referencia a la Organización de Al Qaeda para la Guerra Santa en Mesopotamia, que ha asumido la autoría de numerosos atentados en diferentes áreas de Irak.

"Estas personas son criminales y terroristas que están llevando a cabo un genocidio contra nuestro pueblo", ha subrayado el dirigente iraquí. Sobre "los grupos armados iraquíes", Talabani considera. "Son de dos clases: los que intentan lograr el restablecimiento del derrocado régimen (de Sadam Husein), algo que no conseguirán; y los iraquíes que quieren expulsar a las tropas extranjeras de nuestro país". "A estos últimos, les decimos que la solución no son las acciones armadas sino el diálogo. Irak es un país abierto y todo iraquí puede expresar sus opiniones e incorporarse a un grupo político legal", ha añadido. Ante una pregunta de si ha mantenido contactos o no con grupos insurgentes, Talabani ha afirmado que "no ha habido ningún contacto de este tipo", pero ha insistido en dar "la bienvenida a cualquiera que decida deponer las armas".

La salida de las tropas

Al mismo tiempo, proseguía este domingo en El Cairo, a puerta cerrada, la reunión de los representantes de los diferentes grupos y comunidades iraquíes, en medio de divergencias sobre varios puntos. Según fuentes próximas a la reunión, con la que se pretende preparar una conferencia de reconciliación nacional en Irak, los líderes de la comunidad suní exigen un calendario para la salida de las tropas extranjeras del país. También insisten en que se diferencie entre acciones terroristas y la resistencia, que se concentra sobre todo en las provincias suníes. Una postura similar a la suní ha defendido Salam al Maleki, el representante del clérigo radical chií, Muqtada al Sadr, al asegurar que "lo más importante es actuar contra el terrorismo y acordar un calendario para la salida de las tropas extranjeras".

Según Al Maleki, el religioso se opone a la participación en el proceso político de cualquier miembro del ya disuelto partido Baaz de Sadam. Los participantes en la reunión decidieron ayer la creación de tres comisiones que se encargarán de estudiar los medios para reconstruir la confianza entre las distintas comunidades iraquíes -suníes, chiíes y kurdos-, mientras que hoy han fijado la fecha y el lugar para la conferencia de reconciliación. A primera hora de la noche, la Liga Arabe ha anunciado que la cita será en la última semana de febrero de 2006 y posiblemente en Bagdad, Según el portavoz de la Liga, Alaa Ruchdi, el comunicado de la reunión de El Cairo todavía está a debate.

Ocho soldados muertos en 48 horas

Por otro lado, dos marines estadounidense han muerto en las últimas horas en Irak, el primero anoche al estallar una bomba al paso de su vehículo en una emboscada y otro "durante una operación de combate por heridas de arma ligera" en Karmah, a 55 kilómetros al oeste de Bagdad, según un comunicado divulgado esta noche. Ocho supuestos insurgentes perdieron también la vida en un tiroteo posterior a la emboscada, ataque en el que fallecieron 15 civiles. Según la nota del mando militar estadounidense, el ataque se produjo en la localidad de Hadiza, cercana a la frontera con Siria. El Ejército estadounidense ha confirmado hoy también, en otro comunicado, la muerte de cinco de sus soldados en dos ataques distintos ocurridos el sábado en el norte de Irak, en los que también resultaron heridos otros cinco militares.

Horas después, en un tercer comunicado, el mando de EE UU ha anunciado la muerte en combate de un soldado, el séptimo en las últimas 48 horas. El militar perdió la vida "en un tiroteo con armas ligeras entablado cuando patrullaba en un área del norte de la capital". Por último, otra nota daba cuenta esta noche de la muerte del octavo militar. Pertenecía a la segunda división de los marines y falleció "durante una operación de combate por heridas de arma ligera" en Karmah, a 55 kilómetros al oeste de Bagdad.