Condenado un militar por la muerte de un cura español en Chile
Cinco años de prisión para el mayor Donato López por el asesinato de Joan Alsina en 1973
Un juez chileno condenó el martes a cinco años de presidio sin beneficios al mayor retirado Donato López, único que queda con vida de la patrulla del Ejército que asesinó al sacerdote español Joan Alsina junto a un puente sobre el río Mapocho, el 19 de septiembre de 1973, ocho días después del golpe militar de Augusto Pinochet. El magistrado Jorge Zepeda consideró el caso como un delito de lesa humanidad para aplicar la sentencia 32 años después del homicidio.
Alsina, uno de los tres españoles asesinados por la dictadura de Pinochet (dos de ellos sacerdotes), nacido en Castelló d'Empuries (Girona), tenía 31 años en el momento del golpe y había llegado a Chile en 1968 para dedicarse a evangelizar en barrios obreros. Después del golpe, pidió a sus amigos de la Iglesia católica que, si lo detenían, no hicieran nada por él porque quería "compartir la suerte de los trabajadores", y se presentó a su trabajo de jefe de personal en el Hospital San Juan de Dios, donde lo detuvo una patrulla del regimiento Yungay en el tercer allanamiento del lugar.
Los soldados golpearon a Alsina, párroco en la zona sur de la capital, hasta dejarlo inconsciente. Junto a otros siete trabajadores del hospital, dos de los cuales siguen desaparecidos, lo trasladaron para fusilarlo por la noche junto al puente. El soldado Nelson Bañados contó en el proceso que Alsina le pidió que no le vendaran los ojos: "Por favor, no me pongas la venda, mátame de frente porque quiero verte para darte el perdón". La ejecución fue muy rápida, relató Bañados: "Recuerdo que levantó su mirada al cielo, hizo un gesto con las manos, las puso sobre su corazón, movió los labios como si estuviera rezando y dijo 'Padre, perdónalos'. Yo le disparé la ráfaga y cayó al tiro". El impacto arrojó al catalán Alsina junto al río Mapocho, que por aquellos días era un lugar de frecuentes ejecuciones de los militares. Cuando su cuerpo fue encontrado, tenía siete impactos de balas de alto calibre. Los otros dos miembros de la patrulla militar, entre ellos Bañados, fallecieron antes de que se dictara la condena. Una placa recuerda el crimen en el lugar.
Por otra parte, el juez Sergio Muñoz ha accedido a una petición de los querellantes en la causa que se sigue contra Pinochet y ha pedido a la Corte Suprema un nuevo desafuero del ex dictador por la sospecha fundada de que cometió malversación de fondos públicos, lo que explica el origen de parte de su fortuna, estimada en unos 28 millones de dólares. Fue su última actuación en el caso, cuya investigación abandonó ayer al jurar como miembro de la Corte Suprema, en medio de aplausos de los funcionarios de los tribunales, que consideran que Muñoz ha contribuido a otorgar prestigio a la justicia chilena.
Los querellantes pidieron además desaforar al ex dictador por otros delitos, pero Muñoz no alcanzó a resolver los casos y los dejó en manos de su sucesor. La Corte Suprema tiene pendiente una resolución que analizará hoy por la apelación de la defensa de Pinochet ante el desafuero que concedió la Corte de Apelaciones de Santiago por otros cuatro delitos: fraude tributario, falsificación de documento público y pasaportes, vulnerar un emabrgo de fondos dictado por la justicia española cuando el general estuvo detenido en Londres y por adulterar su declaración de bienes al dejar el poder.
Muñoz indicó ayer que lo más probable es que en el sumario por la corrupción del ex dictador lo reemplace el juez Jorge Zepeda, quien dictó la primera sentencia por el crimen de Alsina.
Entretanto, Pinochet (89 años) estuvo ayer cerca de tres horas sometiéndose a pruebas médicas en el Hospital Clínico de la Universidad Católica por orden del juez Víctor Montiglio. En septiembre, la Corte Suprema desaforó al ex dictador y ordenó someterlo a exámenes psiquiátricos por 15 de los 119 crímenes de la Operación Colombo, el asesinato masivo de prisioneros políticos cometido por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, policía política de Pinochet), aparentando que se mataban entre sí por rencillas intestinas.
Montiglio, que siempre ha votado a favor de Pinochet, fue más allá de la instrucción de la Corte y ordenó practicar exámenes neurológicos y psiquiátricos al ex dictador. Los médicos tomaron ayer radiografías y muestras de orina y sangre al general y la próxima semana le practicarán los exámenes neurológicos y psiquiátricos.
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