Merkel y Schröder se reúnen de nuevo para decidir quién ocupará la Cancillería alemana

La líder conservadora Angela Merkel y el canciller alemán, Gerhard Schröder, que continúan enfrentados por el liderazgo del nuevo Gobierno, intentan esta tarde poner fin a la situación de tablas que vive el país tres semanas después de la celebración de elecciones parlamentarias. Los analistas consideran decisiva esta reunión, a la que acuden, además de los líderes de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y del Partido Socialdemócrata (SPD), sus respectivos lugartenientes en las negociaciones. Por parte de Merkel, asiste el jefe del ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), Edmund Stoiber, mientras que por parte de Schröder, acude a la cita el presidente del partido, Franz Müntefering.

Los cuatro se encuentran reunidos a solas, desde las 20.00 horas en Berlín, para discutir la composición de un eventual Gobierno de gran coalición y decidir quién lo dirigirá, así como el reparto de carteras. Schröder ha vuelto hoy de Moscú para una tarde de fuertes negociaciones. Los líderes del SPD han mostrado sus esperanzas en que las conversaciones resuelvan el bloqueo. Los conservadores ganaron por un estrecho margen las elecciones del 18 de septiembre, por delante de la coalición de Schröder con Los Verdes.

En todas las rondas de conversaciones, los dos partidos han identificado una serie de puntos en los que podrían trabajar juntos, incluidos el conflictivo sistema federal alemán y el estado crítico de la economía. Asimismo, ambos partidos también están de acuerdo en la necesidad de desplegar reformas económicas destinadas a reducir la tasa de desempleo y la crisis del estado de bienestar, a pesar de que los socialdemócratas rechazan el plan de Merkel de limitar el poder de las uniones de trabajadores. Ambos partidos también difieren en la política exterior. Merkel se muestra partidaria de mejorar las relaciones con Estados Unidos, dañadas por la oposición de Schröder a la guerra en Irak y rechaza la adhesión de Turquía a la Unión Europea.

Pacto de silencio

La de esta tarde es la segunda ronda de conversaciones que celebrarán Merkel, Stoiber, Müntefering y Schröder y, como ya sucedió tras la del pasado jueves, no habrá declaraciones a su término, pues sus protagonistas han hecho un pacto de silencio. En el supuesto de que esta noche se produzca un acuerdo, lo que muchos analistas dan por hecho, los negociadores lo someterán mañana, lunes, al visto bueno de sus respectivas ejecutivas y luego, hacia las 14.30, se anunciará en rueda de prensa. La agencia de noticias alemana DPA ha moderado hoy esas expectativas con una información urgente, según la cual los cuatro negociadores han previsto una tercera ronda mañana a las 11.00, antes de encontrarse con sus ejecutivas.

Lo que nadie espera hoy es una sorpresa. "Váyanse tranquilos el fin de semana. Si hubiera que comunicar algo se hará el lunes", dijo Müntefering a los periodistas. Las cámaras de televisión se mantendrán sin embargo apostadas en el lugar donde se celebrará la reunión, en una dependencia del Bundestag frente al Reichstag, con la intención de captar un gesto que revele quién lleva ventaja en este póquer por el poder. Según portavoces del SPD, las conversaciones de hoy podrían adentrarse hasta altas horas.

El diario popular Bild se adelanta hoy a los resultados y asegura en sus páginas centrales que Merkel se convertirá hoy en Queen Angie I. Pero según el diario, con excelentes fuentes en la CDU, serúa una victoria amarga pues su "corte" estará controlada por hombres dispuestos a excluirla "de los asuntos de palacio". No excluye que Schröder sea uno de esos hombres, pues éste "podría estar dispuesto a ser vicecanciller y a asumir Exteriores". Es una hipótesis improbable, pues sería aceptar la derrota. En un artículo titulado "Los alemanes esperan un canciller", el Frankfurter Allgemeine Zeitung cuestiona las posibilidades de Merkel y no descarta la solución formulada por el ministro del Interior, Otto Schily, que propuso para la asignación una fórmula a la "israelí", es decir dividir la legislatura en dos periodos, uno para Schröder y el otro para Merkel.