Un fundador de los paramilitares colombianos entrega sus armas junto a 1.200 'soldados'
Hasta el momento han aceptado el proceso de paz más de 10.000 de los entre 17.000 y 19.000 integrantes de estos 'comandos'
Un grupo de 1.200 paramilitares han entregado hoy sus armas en la región colombiana de Casanare, en una de las mayores desmovilizaciones de los últimos dos años de negociaciones de paz entre el Gobierno de Álvaro Uribe y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El batallón Bloque Centauros, que ha abandonado la lucha hoy, estaba liderado precisamente por José Vicente Castaño, uno de los hermanos que crearon estos grupos ultraderechistas.
El conocido como Clan de los Castaños (integrado por los hermanos Fidel, Carlos y José Vicente, el mayor, apodado El Profe) optó por la lucha armada hace más de 20 años, después de que su padre fuera asesinado por guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El Profe está acusado de narcotráfico, y tanto Alemania como Estados Unidos han solicitado su extradición.
El acto ha tenido lugar en una finca de de Tilodirán, a unos 500 kilómetros al nordeste de Bogotá, y ha sido presidido por el Alto Comisionado Presidencial para la Paz, Luis Carlos Restrepo, y por el delegado de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz. El pasado mes de julio, 675 paramilitares dejaron las armas en otro acto similar celebrado en San Pablo, un caserío de Marialabaja, al norte de Colombia.
Uribe ha firmado hace unas semanas la Ley de Justicia y Paz, que da marco legal a un proceso de desarme que ya ha permitido desmovilizar a más de un docena de grupos en todo el país, la mayoría vinculados al narcotráfico. En total ya son más de 10.000 los que se han acogido al proceso, según ha dicho hoy Restrepo. De seguir a este ritmo, podría lograrse el desarme total a finales de año (se calcula que al inicio del proceso había entre 17.000 y 19.000 paramilitares), y las AUC podrían entonces disolverse como se comprometieron a hacer. Sin embargo, el Gobierno y las organizaciones humanitarias siguen registrando violaciones del proceso de paz (asesinatos, secuestros, etcétera).
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