El hambre y la mortalidad infantil se agravan en África y Asia, según la OMS
En contra de los objetivos de la ONU, más de la mitad de los niños del sur de Asia están desnutridos
En el año 2000, reunidos en la Asamblea General de la ONU, los 191 Estados Miembros se comprometieron a cumplir los llamados "Objetivos del Milenio" para 2015. Entre los ocho objetivos se contaban la erradicación de la pobreza extrema y la reducción del hambre en el mundo, así como la disminución drástica de la mortalidad infantil. 15 años después, y a 10 años de que expire el plazo fijado por Naciones Unidas, la malnutrición y la mortalidad infantil en el mundo se agravan a pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional para remediarlo.
Según un informe dado a conocer hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la agencia sanitaria de la ONU, los Objetivos del Milenio no se podrán alcanzar para la fecha prevista (2015) si se mantiene la tendencia actual. La primera meta de la Declaración del Milenio se proponía reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre. Hoy, los países con menos recursos de África y Asia han visto agravada su situación, al verse envueltos en problemas crónicos de abastecimiento de alimentos.
"Los progresos han sido evidentes, pero demasiados países, sobre todo los más desfavorecidos, se han atrasado a nivel de la salud", señala en el informe el director general de la OMS, Lee Jong-Wook. Entre 1990 y 2002 (son los datos más recientes facilitados por la organización), el número de personas malnutridas creció 34 millones en el África subsahariana y 15 millones en el sur de Asia. Al mismo tiempo, mientras la proporción de niños menores de 5 años con malnutrición en África se mantuvo estable al 32 por ciento, el porcentaje en el Sur, Sudeste y Este de Asia aumentó del 6 al 9 por ciento. Así, el informe advierte de que más de la mitad de los niños en el sur de Asia están desnutridos.
Pocas cosechas y mucha población
El informe sitúa entre las principales causas de la penuria alimenticia el crecimiento demográfico y una precaria productividad agrícola en las regiones afectadas. "El hambre tiende a concentrarse en el campo, donde habitan hombres sin tierra o agricultores cuyas parcelas son demasiado pequeñas para satisfacer sus necesidades", añade el documento.
Además, ninguno de los países pobres respeta el objetivo de reducir la mortalidad infantil. En la mayoría de los casos, se debe principalmente a que los esfuerzos destinados a frenar la malnutrición y las enfermedades como la diarrea, la neumonía o la malaria han sido insuficientes, indica el informe. De continuar así, la muerte entre los niños de menos de 5 años se habrá reducido de un cuarto para 2015, y no de dos tercios como se propuso en los Objetivos del Milenio.
Mortalidad de mujeres embarazadas
Por otra parte, la tasa de mortalidad de mujeres embarazadas ha disminuido en los países que presentaban ya índices bajos, pero se ha agravado en los países más afectados. La OMS estima que 504.000 de los 528.000 decesos que se registran cada año como consecuencia de complicaciones de embarazo y de partos se sitúan en África y en Asia. Otro de los Objetivos del Milenio es reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes.
Otra de las metas en las que se concentran los esfuerzos, la lucha contra el sida, tampoco podrá realizarse para el plazo previsto. No obstante, el informe revela que la situación se estabiliza en muchas regiones del África subsahariana.
Los ocho Objetivos del Milenio, fijados para el año 2015, son: reducir a la mitad la pobreza extrema y el hambre; lograr la enseñana primaria universal; promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer; disminuir en dos tercios la mortalidad infantil; recortar en tres cuartas partes la mortalidad materna; combatir el sida, la malaria y otras enfermedades (conseguir una generación sin VIH); garantizar la sostenibilidad del medioambiente, y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
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