La ONU alerta sobre la grave situación alimenticia en Corea del Norte
Aunque no teme una ola de hambruna, el Programa Mundial de Alimentos advierte de que el país necesita ayuda
"La situación alimenticia actual en Corea del Norte es particularmente grave. Pero la hambruna implica muchas muertes y no parece que aquí se vaya a dar el caso". Así se manifestó hoy James Morris, el director del Programa Mundial de Alimentos (WFP) de la ONU durante su estancia en Seúl (Corea del Sur).
Según Morris, los norcoreanos intentan hacer frente con frutos y hojas a la escasez de alimentos y a la penuria que vive el aislado régimen estalinista, donde los precios han subido, las reservas de comida han bajado y las recientes reformas económicas no han hecho más que dificultar a los urbanitas el acceso a la comida.
A mediados de la década de 1990, Corea del Norte sufrió una ola de hambre que mató a un millón de personas tras años consecutivos de malas cosechas y una mala administración del sector agrícola. "No me parece que sea el caso ahora", dijo Morris a un grupo de periodistas, descartando el riesgo de hambruna.
Sin embargo, la situación alimenticia ha empeorado recientemente, según Morris, ya que las reservas en las granjas han menguado y cada vez más personas se trasladan al campo en busca de cualquier tipo de alimento. Incluso, añadió el director del WFP, en algunas zonas se han disminuido drásticamente las raciones diarias que da el Gobierno, de forma que la cantidad de comida que reciben los habitantes supone menos de la mitad de las necesidades básicas individuales.
El precio de las armas nucleares
En las últimas décadas, Corea del Norte ha destinado gran parte de su presupuesto a gastos militares con el objetivo de fabricar armas atómicas. La comunidad internacional lleva años intentando negociar con el paupérrimo Estado estalinista para que abandone sus ambiciones nucleares a cambio de ayuda económica y garantías de seguridad.
El desarrollo de armas nucleares en el país hace que los países donantes se muestren reacios a enviar ayuda alimenticia, dijo Morris, muy necesaria en un país pobre en materias primas y con muy poca tierra arable. Las potencias internacionales han considerado que la voluntad norcoreana de reanudar las conversaciones a seis bandas para resolver el conflicto nuclear y que el régimen estalinista había boicoteado meses atrás, responde en parte a la crisis alimentaria que está sufriendo el país. Los analistas creen que si Corea del Norte hubiese continuado boicoteando las negociaciones multipartitas, los donantes internacionales se habrían mostrado menos proclives a enviar alimentos al país.
"Estamos frente a una crisis [alimenticia] que requiere una respuesta por parte de la comunidad internacional y una serie de recursos para que nosotros podamos trabajar", recordó Morris.
El Programa de Alimentación Mundial (WFP) tiene como misión alimentar a 6,5 millones de personas en Corea del Norte, cuya población total es de 22,5 millones. Morris indicó que el programa ha logrado paliar de forma significativa la malnutrición infantil en el país asiático.
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