Francia celebra su fiesta nacional entre excepcionales medidas de seguridad

"Ningún país en el mundo está a salvo de atentados como el que golpearon Londres el pasado 7 de julio". En su discurso con motivo del 14 de julio, Fiesta Nacional, el presidente francés, Jacques Chirac ha querido tener un recuerdo para los 52 víctimas de los ataques terroristas contra el transporte público británico de la semana pasada. Precisamente la sombra de esos atentados ha llevado al Gobierno francés a blindar la capital francesa para la festividad y suspender temporalmente el tratado de Schengen, de libre circulación entre los países de la Unión Europea.

"Hay que hacer esfuerzos para luchar y prevenir el terrorismo", ha asegurado Chirac, quien ha recordado también que Francia, un país "considerado como uno de los más eficaces por sus servicios de información, que reforzamos sin cesar", trabaja estrechamente con sus socios europeos y estadounidenses en ese terreno. El jefe de Estado francés expresó una vez más su "sentimiento profundo de amistad y solidaridad" con las autoridades y el pueblo británico, así como su "admiración" por la "eficacia y sangre fría" de la que hicieron gala ante los ataques.

Unos 5.000 agentes se han encargado de la seguridad durante el tradicional desfile militar por los Campos Elíseos, casi 300 más que el año pasado, una medida adoptada dentro del plan de vigilancia antiterrorista, que fue elevado a nivel rojo, el segundo más riguroso en la escala, tras los atentados de Londres. Los asistentes al desfile han debido pasar diversas barreras de seguridad y agentes de paisano se han desplegado entre el público, para evitar incidentes como el que se produjo en 2002, cuando un joven de extrema derecha trató de disparar a Chirac.

El 216 aniversario de la toma de la bastilla coincide con el momento más bajo de popularidad de un presidente francés en toda la historia de la V República. El rechazo a la Constitución Europea en referéndum, la derrota de la candidatura olímpica de París y la mala situación económica del país ensombrecen la fiesta. Este año el tradicional desfile militar de la fiesta nacional está marcado por la presencia del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

Unidades españolas

Chirac y Lula han escuchado juntos La Marsellesa, el himno francés, a cargo del tenor franco-italiano Roberto Alagna y a continuación la patrulla aérea de Francia sobrevoló los Campos Elíseos dejando una estela tricolor de humo rojo, blanco y azul, los colores de la bandera gala. Bajo un tiempo soleado y caluroso, la parada militar se ha abierto con la Fanfarria militar del cuerpo de fusileros marinos brasileños, vestidos de uniformes rojos y blancos y con su música típica, en la que destacan las gaitas, regalo de la reina Victoria de Inglaterra.

Los cadetes de la Academia militar de las Aguilas negras brasileñas han marchado después con sus uniformes oscuros y han dado paso a las 35 unidades militares francesas procedentes de los tres ejércitos, un total de 95 aviones y helicópteros, 380 vehículos militares, 83 motos, 241 caballos, 146 perros y unos 4.000 hombres. España ha estado representada por dos aviones Mirage F-1 de la base aérea de Los Llanos, en la provincia de Albacete (sureste de España), que han volado junto a aparatos de siete nacionalidades diferentes.