El G-8 aumenta a 50.000 millones de dólares la ayuda anual a África hasta 2010

Los líderes del G-8 han acordado duplicar la ayuda a África hasta alcanzar los 50.000 millones de dólares (42.000 millones de euros) en 2010 y se han comprometido a retomar las conversaciones sobre el cambio climático el próximo 1 de noviembre en Inglaterra.

El primer ministro británico, Tony Blair, anfitrión de la cumbre, ha sido el encargado de anunciar el acuerdo sobre el montante de ayudas acordado para Africa, así como otras medidas como el visto bueno a la cancelación de la deuda de 18 países pobres, 14 de ellos africanos, acordado el mes pasado por los ministros de Finanzas de los siete países más industrializados del mundo y Rusia.

Aunque Blair ha calificado los acuerdos alcanzados durante la cumbre del G-8 en Gleneagles (Escocia) de "progreso real y alcanzable", ha admitido que no eran "lo que todo el mundo quería". "Los 50.000 millones de dólares en ayuda es una señal para un nuevo acuerdo sobre comercio, como lo es la cancelación de la deuda de las naciones pobres", ha dicho Blair. "No es lo que todo el mundo quería pero es un progreso real y alcanzable".

Fracaso en el 0,7%

Blair no ha conseguido que todos los países miembros se comprometieran a elevar cada uno al 0,7% de su Producto Interior Bruto (PIB) la ayuda al desarrollo para 2015. Los dirigentes tampoco han llegado a un consenso sobre la eliminación de los subsidios a la agricultura de los países desarrollados, que perjudica especialmente a los países más pobres.

Aunque Blair ha reconocido que "todo esto no cambiará el mundo mañana" sí considera que "es un comienzo, no un fin". "No es el fin de la pobreza en África, sino la esperanza de que se pueda acabar con ella".

Acuerdo de mínimos para el cambio climático

Con respecto a otro de los asuntos claves de la cumbre del G8, el cambio climático, los líderes del G-8 se han limitado a anunciar, por boca de Blair, su compromiso para iniciar unas nuevas negociaciones sobre este tema el próximo uno de noviembre en Inglaterra con algunas de las economías emergentes como Brasil, China, India, México y Sudáfrica. El presidente estadounidense, George W. Bush, se ha opuesto a los intentos de Blair de marcarse unos objetivos y un calendario para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.

En la rueda de prensa posterior al anuncio de los acuerdos, Blair ha insistido en que Estados Unidos debe unirse a la lucha contra el cambio climático si se quiere que gigantes económicos emergentes como China e India también participen en los esfuerzos para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero.

Por último, los líderes de la cumbre han acordado entregar a la Autoridad Palestina un paquete de ayuda de más de 3.000 millones de dólares anuales en los próximos tres años, según la declaración final de la cumbre. Según Blair, este acuerdo permitiría que "dos Estados, Israel y Palestina, dos pueblos y dos religiones vivan juntos en paz".

Con respecto a la economía mundial, los líderes del G-8 han denunciado que la subida de los precios del petróleo amenaza el ritmo de crecimiento de la economía mundial, y han reclamado una mayor transparencia del mercado para luchar contra la volatilidad de la cotización del barril. Además, los jefes de Gobierno de los miembros del G-8 han reconocido también que los precios de la energía pueden impactar en el crecimiento de la economía, y reclamaron a los países productores de crudo que doblen sus esfuerzos parar asegurar la transparencia en las actividades comerciales relacionadas con el petróleo.