Blair defiende una renovación profunda de Europa para afrontar los desafíos del futuro

Ante el Parlamento europeo y señalado como el máximo responsable del fracaso del último Consejo Europeo, en el que no se pudo lograr un acuerdo para las perspectivas financieras de la UE para el periodo 2007-2013, Tony Blair expone a los diputados europeos el programa para su presidencia de Los 25, que comienza el 1 de julio. El primer ministro británico ha llamado a "un debate franco y abierto" sobre el futuro de Europa, en el que debe acometerse una renovación profunda de las instituciones sin perder los ideales europeos y sin limitarse a elegir entre una Europa social o un simple mercado común.

Tras presentarse como un "proeuropeísta apasionado" -lo que ha provocado los murmullos de los diputados-, Blair ha defendido que la UE debe renovarse de arriba abajo tras casi 50 años de existencia para afrontar los desafíos del mundo de hoy. "Ahora, casi 50 años después, tenemos que renovarnos, y no hay nada de malo en ello. Todas las instituciones deben hacerlo y podemos, pero sólo si volvemos a unir los ideales europeos en los que creemos con el mundo moderno en el que vivimos", ha dicho Blair en su discurso de presentación de las prioridades de la presidencia inglesa de la UE. "Cualesquiera que sean las cosas sobre las que difieren los pueblos de Europa, todos están de acuerdo al menos en un punto. Europa está al borde de un debate profundo sobre su futuro. Tengamos en valor de acometerlo", ha dicho.

El debate que defiende Blair no es el de elegir entre "una Europa de mercado libre o una Europa social, entre aquellos que quieren refugiarse en un mercado común o los que quieren una Europa como proyecto político", como señaló en su día el canciller alemán Gerhard Schröder. "Esto no es más que una simplificación [del debate]. Es para intimidar a los que quieren cambiar Europa presentando el deseo de cambio como la traición del ideal europeo", ha dicho. "No es el momento de apuntar con el dedo acusador a los que quieren el cambio. Europa no tiene que hacerse con un cruce de insultos, debe ser un intercambio de ideas sincero y franco". En todo caso, ha rechazado las acusaciones del primer ministro luxemburgués y presidente saliente de la UE, Jean Claude Juncker, que le acusa de ser el adalid de una visión únicamente mercantil. "No aceptaré jamás reducir Europa a un simple mercado económico", ha dicho.

De todas formas, tras el fracaso del Consejo Europeo de Bruselas del pasado fin de semana, la economía de la UE está en el centro del debate, en especial el tema de los presupuestos. La negativa de Blair a reducir el cheque británico, la cantidad que la UE devuelve a Londres en compensación por no recibir ayudas agrícolas, y la exigencia de una reforma del presupuesto para la agricultura fueron los detonantes del fracaso de la cumbre. Por ello, Blair ha rechazado su responsabilidad en el fracaso del Consejo al decir que nunca sostuvo que "tengamos que acabar con la Política Agrícola Común (PAC) ahora mismo o renegociarla de un día para otro".

Al contrario, se ha definido como el primer líder británico que acepta "poner sobre la mesa el cheque". Pero ha resaltado que "un presupuesto moderno no es ése que, en 10 años, consagrará el 40% de sus reservas a la agricultura". Blair concede que "todo cambio debe tener en cuenta las necesidades de la comunidad agrícola y rural", pero afirma que "no podemos acordar unas perspectivas que no inicien un progreso que nos lleven a un cambio" de todo el esquema presupuestario. En ese sentido Blair ha defendido que Europa necesita una reforma económica que fomente el crecimiento y que reduzca gradualmente la partida agraria. "Necesitamos esa reforma urgentemente, si queremos que Europa crezca".

Constitución y ampliación

Finalmente, Blair se ha referido al proceso de ampliación, seriamente dañado tras el Consejo de Bruselas, advirtiendo de los peligros que supondría para Europa detener el proceso de ampliación, que la llevaría a actuar sobre la idea del "nacionalismo y la xenofobia". Para Blair, el proceso de ampliación de la Unión "no ha de verse como una amenaza, como un juego en el que los miembros antiguos pierden y los nuevos ganan, sino como una oportunidad para crear una Europa mas amplia y fuerte". "No nos engañemos, si detenemos la ampliación, no frenaríamos para nada la globalización y, mientras tanto, la UE se haría más pequeña y estrecha". Por ello, ha insistido en que durante su presidencia, la UE asumirá sus compromisos con Turquía y Croacia.

Con respecto a la Constitución europea, tras los rechazos de Francia y Holanda, Blair estima que no se han producido por que haya una "crisis de las instituciones políticas", sino por una "crisis de liderazgo político", por lo que "asegurar el 'sí' en referéndum en la mayoría de los países europeos es difícil". Además, estiende Blair que los electores están defraudados por el fracaso económico de la cumbre y por el rechazo a abrir "un debate real" para que Europa funcione en el futuro.