Blair condiciona la revisión del cheque británico a un debate a fondo sobre el presupuesto de la UE

El primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, ha aceptado hoy que la Unión Europea abra un proceso de negociación sobre el cheque británico -la cantidad fija que la UE devuelve a Reino Unido de su aportación anual al presupuesto de los Veinticinco-, pero ha condicionado esa discusión a que se produzca una más general sobre "cómo gasta la UE su dinero", pues cree que el reparto presupuestario es "injusto".

Tras el 'no' de Francia y Holanda a la Constitución europea, las perspectivas financieras de la Unión son el tema fundamental del Consejo Europeo que se celebra los próximos 16 y 17 de junio. Un fracaso en esta negociación podría aumentar enormemente la crisis política en que está inmersa la UE tras los importantes reveses en el proceso de ratificación del tratado constitucional. Uno de los escollos para el éxito de esa negociación financiera es el llamado cheque británico, la cantidad que la UE devuelve a Reino Unido -unos 5.000 millones de euros anuales- en compensación por las subvenciones agrarias que concede a otros países.

Hasta ahora, Londres se había mostrado contrario a introducir cualquier cambio en este mecanismo de compensación. Sin embargo, las presiones del presidente francés, Jacques Chirac, que ayer pidió a Blair un "gesto de solidaridad" para lograr aprobar el presupuesto, han provocado el gesto de apertura británico, engañoso en cierto modo porque condiciona cualquier revisión a una reorganización de todo el sistema presupuestario.

Hoy, en una conferencia de prensa conjunta con el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, Blair se ha mostrado dispuesto a que se revise el cheque pero sólo en el contexto de un debate general sobre la futura financiación de la Unión Europea. Blair ha dicho que está dispuesto a "discutirlo todo", a condición de que no se singularice la rebaja británica de su contribución anual al presupuesto comunitario. "Tiene que haber una revisión fundamental de cómo gasta la Unión Europea su dinero", ha dicho Blair, según el cual, si ése es el caso, "todo está abierto a discusión".

El líder laborista ha defendido el cheque británico, instaurado en 1984, porque de otra forma, la contribución de Londres al presupuesto comunitario habría sido, según sus cuentas, "quince veces superior" a la de Francia. Al referirse el cheque a las ayudas agrícolas, Blair ha criticado que la Política Agrícola Común absorba un 40% del presupuesto de la Unión Europea, cuando los agricultores representan sólo un 5% de la población y menos de un 2% de la producción total comunitaria. Por ello, ha calificado de "injusta" la política financiera de la Unión y ha advertido de que, para conseguir un acuerdo sobre la futura financiación que sea realmente justo, habrá que tener en cuenta sus distintos aspectos y reflejar los nuevos desafíos del bloque en el siglo XXI.

Londres ha venido manteniendo su amenaza de vetar los presupuestos si se toca el cheque, aunque las palabras de hoy parecen flexibilizar un tanto su postura. No obstante, la amenaza se mantiene si se decide revisar el cheque por separado. Hoy mismo, el ministro británico de Finanzas, Gordon Brown, la ha reiterado al decir que Reino Unido no está dispuesto a poner el cheque sobre la mesa como moneda de cambio para sacar adelante los presupuestos, sino que entraría como parte de una negociación global de las perspectivas financieras.