Descubren en Irak una fosa común con más de 1.500 cuerpos, la mayoría kurdos
Al menos 11 iraquíes mueren en una nueva jornada de violencia.- Ascienden a seis los soldados estadounidenses fallecidos en las últimas 48 horas
Una fosa común con más de 1.500 cuerpos -la mayoría de kurdos- ha sido descubierta en el sur de Irak por un grupo de investigadores, según ha informado hoy sábado el ex ministro de Derechos Humanos iraquí Bajtiar Amin. Gran parte de las víctimas son mujeres y niños que, aparentemente, fueron ejecutados frente a 18 fosas cubiertas de roca que integran el enterramiento, cerca de Samawa, a unos 300 kilómetros al sur de Bagdad.
Los primeros 110 cuerpos recuperados, de los que dos tercios corresponden a kurdos, están siendo sometidos pruebas forenses, cuyos resultados podrían unirse a la causa que se sigue contra el depuesto presidente Sadam Husein por crímenes contra la humanidad y genocidio. Según el antiguo ministro, que cita a los investigadores que hallaron el enterramiento, la mayoría de las víctimas vestía trajes típicos kurdos.
Las primeras pesquisas apuntan a que pudieron ser ejecutadas en la década de 1980 tras una protesta de presos kurdos en el penal de Abu Ghraib que exigían más mantas. Tras el motín, la temible Guardia Republicana intervino en la cárcel, donde ejecutó a varios de los rebeldes y se llevó al resto de los kurdos encerrados en el penal. Ésta es la última de las cerca de 300 fosas comunes descubiertas en Irak tras la caída del régimen de Sadam Husein.
Segundo día de violencia
Mientras tanto, al menos 11 iraquíes han muerto hoy y más de 40 han resultado heridos en una serie de ataques insurgentes contra Bagdad y otras localidades del norte del país, en el segundo día consecutivo de violencia tras la aprobación del nuevo Gobierno. Al menos cinco coches bombas han sacudido hoy la capital, ha informado el portavoz del Ejército estadounidense Greg Kaufman, quien no disponía de información sobre eventuales víctimas. Uno de estos ataques lo ha perpetrado un suicida contra una patrulla del Ejército de EE UU y la Policía iraquí, que se ha saldado con la muerte de un iraquí y con otros siete heridos, incluidos cuatro policías, según el mayor de la Policía iraquí Musa Abdul Karim.
Unos minutos más tarde, otro suicida se ha estrellado contra un convoy civil cerca de las oficinas del Consejo Nacional del Diálogo, una coalición de diez facciones suníes que negociaba su participación en el nuevo Gobierno iraquí, dominado por la mayoría chií. La explosión ha matado al menos a un guardia de seguridad y ha herido a otros 18 iraquíes, según el capitán de la Policía Kadhim Abbas. Un tercer coche suicida ha explotado cerca de la mezquita de Mohammad Rasul Alá, en el este de Bagdad, y ha matado a dos mujeres iraquíes y a una joven, además de dejar heridos de gravedad a cuatro soldados, según el teniente de la Policía Ahmed Abbud Effait.
Por otra parte, dos iraquíes -un policía y un ex oficial del partido Baaz de Sadam Husein- han fallecido hoy durante unos tiroteos registrados en Bagdad, según la Policía. Los insurgentes también han lanzado seis ataques en Mosul, a 360 kilómetros al noroeste de Bagdad. Uno de ellos ha herido a un soldado estadounidense. Al menos tres iraquíes han perdido y ocho han resultado heridos en estos ataques, según el teniente Mahmud Arif Yahya. En Baquba, a unos 57 kilómetros al noreste de Bagdad, dos transeúntes han sido heridos al explotar una bomba artesanal en una carretera. En el oeste de Bagdad, una chica ha muerto y nueve adultos han quedado heridos por un disparo de mortero. Por otra parte, el número de soldados estadounidenses fallecidos por la explosión de bombas artesanales colocadas en las carreteras iraquíes en las últimas 48 horas asciende a seis, según datos del Ejército de EE UU.
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