Los sondeos a pie de urna sitúan a los comunistas como vencedores de las elecciones en Moldavia

El Partido de los Comunistas, que lidera el presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, ha ganado las elecciones legislativas celebradas hoy en esta antigua república soviética, según los sondeos a pie de urna. De acuerdo con esas encuestas, los comunistas obtendrían el 42% de los votos, lo que le permitiría mantener la mayoría en el Parlamento, que elige al Gobierno y al jefe del Estado. Un total de 2,3 millones de moldavos estaban llamados a las urnas para elegir entre 11 formaciones políticas -nueve partidos y dos bloques- y 12 candidatos independientes.

Es la primera vez que se realizan encuestas a pie de urna en la historia de Moldavia y que han sido financiadas por organizaciones internacionales y dos cadenas de televisión privadas. Como segunda fuerza, siempre según estos sondeos, se situaría con el 28% el bloque centrista Moldavia Democrática, que encabeza el alcalde de la capital, Chisinau, Serafim Urechean, un político que se pronuncia por una mejora de las relaciones con Rusia, que atraviesan un mal momento debido al europeísmo de Voronin. La Comisión Electoral Central (CEC) tiene previsto anunciar mañana, lunes, los primeros resultados de la votación y advirtió, ya antes de la jornada electoral, de que los resultados de los sondeos a pie de urna no tienen necesariamente que coincidir con los oficiales.

"No se trata de elegir un Parlamento o un Gobierno; hoy se determina el futuro de Moldavia y la dirección que tomará el desarrollo del país", ha señalado Urechean al depositar su voto, quien ha subrayado que las relaciones entre Chisinau y Moscú "no deben ser buenas, sino excelentes". En vísperas de las elecciones, Rusia amenazó a Moldavia con sanciones económicas por el presunto bloqueo a la región separatista moldava de Cidniéster, de población rusoparlante. El Gobierno de Chisinau respondió a las amenazas con la deportación de 20 ciudadanos rusos a los que acusó de interferir en la campaña electoral e incluso de espiar a altos cargos del Estado.

La derecha entra en el Parlamento

Según las encuestas, el derechista Partido Popular Demócrata Cristiano, liderado por Iure Rosca, obtendría en torno al 14% de los votos y, con ello, representación parlamentaria. Durante la campaña, Rosca acusó a los comunistas de fraguar un fraude electoral, imputaciones que Voronin rechazó con el argumento de que los favoritos no necesitan manipular los resultados. Más de 700 observadores internacionales han viajado a Moldavia para supervisar la marcha de la jornada electoral, que según las autoridades moldavas han transcurrido sin incidentes e irregularidades destacables. "No hemos registrado irregularidades graves que puedan poner en duda los resultados de las elecciones, ni denunciar su falsificación", ha asegurado Petru Railán, presidente de la CEC. En cambio, la ONG Coalición-2005 ha registrado casi 100 infracciones.

El mínimo de participación para que los comicios fueran declarados válidos, el 50% más un miembro del censo, ha sido superado cuando faltaban varias horas para el cierre de los colegios, a las 20.00 hora española. A falta de datos oficiales, parece haber sido baja, especialmente en Chisinau, donde la mitad del electorado no había votado a una hora del cierre. La CEC había pronosticado superaría la registrada en los comicios legislativos de hace cuatro años, cuando el 67% del electorado acudió a las urnas. La CEC habilitó 23 colegios electorales en el extranjero y nueve junto a la frontera con la región separatista de Cisdniéster, para que los ciudadanos que viven allí y desearan votar pudieran hacerlo. Las autoridades prorrusas de Cisdniéster, que rompió lazos con Chisinau tras una guerra civil en 1992, han subrayado que no han puesto trabas a los electores que quisieron cruzar el Dniéster para votar en los comicios moldavos.

El Parlamento de Moldavia cuenta con 101 escaños, que se eligen en una sola circunscripción mediante un sistema de reparto proporcional con mínimos diferenciados. Los candidatos independientes necesitan el 3% de los votos -algo que nunca ha ocurrido en Moldavia desde la independencia-; los partidos, el 6%, y los bloques, al menos el 9% en caso de agrupar dos partidos,y del 12% si están integrados por tres o más formaciones. En las elecciones de 2001, los comunistas obtuvieron casi el 50% de los votos, un resultado que, gracias al sistema de reparto proporcional, se tradujo en 71 escaños. Según la Constitución, para ser elegido jefe del Estado se requiere el apoyo de al menos tres quintos de los miembros del Parlamento, es decir, 61 votos.