El presidente sirio anuncia el repliegue "gradual" de todas sus tropas en Líbano

El presidente de Siria, Bachar el Asad, ha anunciado hoy ante la Asamblea Popular del Pueblo que su Gobierno está dispuesto e incluso "interesado" en el repliegue de las tropas de su país, "14.000 soldados" que ocupan Líbano desde hace casi 30 años. El líder sirio ha explicado que se trata de una retirada "gradual", pues en su opinión es la única forma de mantener la estabilidad del país vecino, pero ha precisado que será "total". Bachar el Asad ha dicho que todos sus soldados se replegarán a la zona fronteriza del valle de la Bekaa, y uno de sus ministros ha dicho que lo harán a dentro de territorio sirio. Estados Unidos ya ha dicho que "no es suficiente".

"Nosotros no queremos estar en Líbano", ha dicho el líder sirio, que ha ilustrado su presencia en el país vecino como necesaria para evitar "lo que pasó en los años 80". "Siria no debería ser un punto de fricción entre libaneses. La retirada no afectará a nuestros intereses, sino que los favorecerá. Por eso realizamos un repliegue parcial hace cinco años, que dejó las tropas reducidas a sólo 14.000", ha añadido. Bachar el Asad ha asegurado que este nuevo movimiento de tropas será gradual para no afectar a la estabilidad de Líbano, y ha lanzado un aviso para navegantes: "Si la ONU piensa que la retirada debe ser inmediata, sin tener en cuenta el impacto negativo para Líbano, nos lo dicen, ustedes deciden. Nuestro plan es hacerlo de forma ordenada".

La decisión de Bachar el Asad es el último peldaño de varias semanas de tensión en la zona. La oposición libanesa, respaldada por manifestaciones en las calles, acusó al país vecino de estar tras el asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri, que murió víctima de un atentado el pasado 14 de febrero después de escenificar su ruptura con el régimen sirio y dejar clara su intención de presentarse a las elecciones que se celebrarán en mayo. Varios países, entre ellos Estados Unidos y Alemania, pero también aliados tradicionales de Siria como Rusia o Arabia Saudí. La presión popular obligó a dimitir la semana pasada al Ejecutivo libanés, prosirio y presidido por Omar Karame, que puede ser sustituido por un Gobierno de unidad nacional en el que participe la oposición.

Una de las condiciones para ello era precisamente el anuncio de hoy de Bachar el Asad. La demanda de la oposición la respalda plenamente el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que en su discurso radiado de hoy ha vuelto a exigir la retirada total de las tropas sirias. "Durante años, los libaneses han sufrido las consecuencias de una guerra civil horrible y de la ocupación de Siria. Ahora que han presenciado unas elecciones libres en Irak, los libaneses exigen el derecho a decidir su propio destino, libres del control y la dominación siria". "Siria ha sido una fuerza ocupante en Líbano durante tres década, y su apoyo al terrorismo sigue siendo un obstáculo para la paz en Oriente Próximo", ha añadido. Ayer fue rotundo: "Las tropas sirias y los servicios sirios de espionaje deben salir de Líbano ya. Cuando Estados Unidos y Francia decimos 'retirada', queremos decir retirada completa, no medidas que se queden a medias".

El repliegue de las tropas sirias se llevará a cabo presumiblemente antes del 23 de marzo, fecha en que la Liga Árabe tiene programada una cumbre en Argelia, donde amenazaba con analizar esta medida, en virtud a la resolución 1.559 aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el pasado mes de septiembre. Según los planes filtrados por el Gobierno sirio, sus tropas se retirarían al valle de la Bekaa, junto a la frontera pero aún dentro de Líbano, según marcan los Acuerdos de Taef de 1989, que pusieron fin a una guerra civil de 15 años. Sin embargo, el ministro sirio Buthaina Shaaban ha señalado a la cadena de noticias estadounidense CNN: "Lo que nuestro presidente ha dicho, lo hemos entendido claramente, es que las tropas se replegarán a Siria, a dentro de nuestras fronteras, dentro de Siria". También queda pendiente saber si, como se anunció en un principio, 3.000 soldados podrían quedarse en las montañas que rodean Beirut, custodiando los sistemas de vigilancia que apuntan a Israel.

En la capital de Líbano, el Ejército está en alerta ante las movilizaciones populares que se espera que desencadene el anuncio del presidente sirio. Unidades especiales rodean la sede de los servicios secretos sirios, y se ha reforzado además la seguridad de las instituciones públicas. Miles de personas esperaban en las calles de Beirut el discurso de Bachar el Asad, y han irrumpido en gritos y alarido felices al escuchar su anuncio, con cánticos como "Siria, fuera" o "Liberad, soberanía e independencia".

Mientras, el líder de la oposición, Walid Yumblat, ha viajado hoy a Arabia Saudí para reunirse con el príncipe heredero, Abdulá Bin Abdulaziz, a quien hace unos días visitó el presidente sirio en busca de apoyos. En Damasco, miles de personas han acudido a los alrededores de la Asamblea para escuchar el discurso de Bachar el Asad, que han seguido por pantallas de vídeo y altavoces colocados en el exterior.