El Papa aparece en la ventana del hospital para dar la bendición

Por sorpresa, el Papa se ha asomado este mediodía a la ventana de la habitación que ocupa en la décima planta del Policlínico Gemelli de Roma tras el rezo del Ángelus. Desde el otro lado del cristal, un muy debilitado Juan Pablo II ha impartido una brevísima bendición a los fieles que se congregaban a la entrada del hospital. Se trata de la primera aparición pública del Pontífice desde su ingreso en el hospital, donde se recupera lentamente de la crisis respiratoria aguda que obligó a practicarle una traqueotomía hace cuatro días.

Juan Pablo II, vestido con la sotana blanca, cerrada hasta el cuello y bajo la cual se escondía la cánula que la colocado para permitirle la respiración, mostraba un aspecto muy débil, con la cara muy rígida, de sufrimiento. El Papa II, de casi 85 años, estaba acompañado del secretario de estado, el cardenal Angelo Sodano, y uno de sus secretarios particulares, el polaco Mieczyslaw Mokrzycki.

En el escaso minuto que ha durado su aparición tras la ventana, se ha tocado en dos ocasiones la garganta. Sacando fuerzas de flaqueza, ha impartido con la mano por dos veces la bendición con la que concluye el rezo mariano. Inmediatamente después, un colaborador le ha retirado de la vista arrastrando la silla de ruedas y han vuelto a echarse las cortinas.

En una pizarra

A pesar de esa debilidad, su aparición ha reconfortado a los fieles católicos de todo el mundo. Algunas de las personas presentes en el atrio del policlínico romano han respirado con alivio al verle saludar y comprobar que respira sin ayuda de máquinas. La aparición del Papa, según los médicos, es la muestra de que se recupera satisfactoriamente, aunque la precaución es imprescindible, de ahí que se asomara tras los cristales de la ventana.

Minutos antes, en la plaza de San Pedro, el arzobispo argentino, Leonardo Sandri había leído un mensaje del Pontífice con motivo del rezo del Ángelus. En este escrito, el Papa ha pedido que se rece por él y ha subrayado el valor del sufrimiento, "que en un modo u otro nos llega a todos".

Respecto a cómo se comunica en estos días en que no puede hablar, fuentes sanitarias han desvelado hoy que lo hace como otros enfermos en su mismas condiciones: escribiendo en una pequeña pizarra. Para saber más sobre su estado hay que esperar a mañana, lunes, cuando el Vaticano haga público un nuevo parte médico.