El Gobierno y la oposición ucranios buscarán una salida a la crisis tras el dictamen del Supremo

Horas después de que el parlamento ucranio aprobara una moción de censura contra el primer ministro ucranio, Víktor Yanukóvich -que éste no acepta-, los mediadores internacionales han conseguido un compromiso entre el Gobierno y la oposición. Según este acuerdo, se esperará a la decisión del Supremo sobre la validez de las elecciones presidenciales del día 21 para "completar" sus resultados definitivos, bien con unas nuevas elecciones o limitando la votación a la segunda vuelta. Además, se efectuarán cambios en la ley electoral y se revisarán los poderes del presidente y los del Parlamento. Mientras, la oposición levantará los bloqueos a los edificios oficiales.

La crisis desatada en Ucrania tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, ganadas oficialmente por el candidato oficialista Yanukóvich y denunciadas como fraudulentas -con el aval de los observadores internacionales- por el líder de la oposición prooccidental, Viktor Yúshenko, amenazaba con agravarse hoy después de que el Parlamento aprobara una moción de censura contra el primer ministro. Pese a que la decisión no es vinculante y requiere la firma del presidente, Yanukóvich la ha rechazado alegando que va "contra la ley y la Constitución". Ya ayer se había intentado un paso similar, pero no prosperó, por lo que la oposición anunció que se retiraba de las negociaciones iniciadas para buscar una solución.

Sin embargo, tras el éxito de hoy y gracias a la presencia de los mediadores internacionales -el Alto Responsable de la Política Exterior de la UE, Javier Solana; el presidente de Polonia, Aleksander Kwasnieski; el presidente lituano, Valdas Adamkus; y el secretario general de la OSCE, Jan Kubis-, Yúshenko y Yanukóvich, junto con Kuchma, han vuelto a la mesa de negociaciones. En la reunión, ambas partes han alcanzado un acuerdo que, básicamente, pasa por esperar a la decisión del Supremo, que estudia las denuncias de fraude de la oposición, para iniciar una ronda de conversaciones para resolver la cuestión de los resultados electorales y, en su caso, convocar una nueva votación, bien desde el principio o sólo de la segunda vuelta.

Flanqueado por Yúshenko y Yanukóvich, Kuchma ha explicado los términos del acuerdo. Además de esperar a que se pronuncie el Supremo para "completar las elecciones presidenciales", Gobierno y oposición han acordado modificar la ley electoral e impulsar una reforma política que, entre otras cosas, incluye una disminución de los poderes del presidente y el aumento de los del Parlamento. Igualmente, se han comprometido a resolver las discrepancias sólo por medios pacíficos y a levantar los bloqueos que la oposición mantiene contra los edificios oficiales, para que el país vuelva a funcionar y no se ponga en peligro su economía. Finalmente, acuerdan hacer todos los esfuerzos para preservar la integridad territorial del país.

Yanukóvich no ha hecho declaraciones tras el acuerdo. Sí las ha hecho Yúshenko, que ha saludado el acuerdo alcanzado: "Creo que las dos partes están un poco decepcionadas, pero hemos progresado un poco", ha dicho. No obstante, ha advertido de que no aceptará como solución, sea cual sea el veredicto del Supremo, la celebración de las elecciones desde el principio, esto es, las dos vueltas. "Si aflora de nuevo la idea de una nueva elección, no tiene sentido que participemos en las conversaciones", ha dicho, en referencia a que un nuevo proceso electoral completo exige que no se presente ninguno de los candidatos que lo hicieron la primera vez. "Insistimos en que el proceso, una vez iniciado, tiene que completarse sobre unas bases legales y la única forma de completarse que vemos es la repetición de la segunda vuelta".

Por su parte, Javier Solana, ha advertido de que la salida de la crisis mediante una nueva votación se hará esperar. Los cambios acordados sobre la ley electoral y sobre los poderes del presidente y del parlamento no podrán estar listos "antes de un mes", por lo que no se podrán celebrar nuevos comicios antes de que esos cambios se hayan efectuado. En todo caso, ha adelantado que no cree que el Supremo valide los resultados difundidos por la Comisión Electoral que daban a Yanukóvich como ganador.