EE UU cifra en medio millar los insurgentes abatidos tras tres días de combates en Faluya

Los tres días de ofensiva militar en la ciudad iraquí de Faluya han causado la muerte a más de 500 presuntos miembros de la resistencia, según ha informado hoy un responsable militar estadounidense. Nada se sabe sin embargo sobre el número de víctimas entre la población civil, y la última cifra sobre soldados estadounidenses muertos se reduce a 18.

Estados Unidos ha admitido que la operación militar Furia Fantasma —lanzada con el visto bueno del Gobierno de Ayad Alui, y en la que participan, junto a 15.000 soldados norteamericano, 10.000 iraquíes— está topando con más obstáculos de los esperados. "El combate es puerta a puerta y cuerpo a cuerpo", ha declarado el teniente coronel John Sattler, portavoz de las unidades estadounidenses que operan en la zona. Pese a la dureza de los combates, los marines tienen ya controlada las tres cuartas partes de la ciudad y espera completar la operación el próximo sábado.

"La operación sigue su curso hacia los barrios noroeste, en especial Al Yolan, donde la resistencia es mayor", ha explicado Sattler. Ese distrito, uno de los más castigados por la aviación estadounidense durante los días previos a la ofensiva terrestre, es un entramado de callejuelas estrechas y edificios desconchados, en principio el refugio perfecto para guerrilleros y francotiradores. Poco después de las seis de la tarde —dos horas menos en España— un oficial estadounidense aseguraba que tenían "basicamente" bajo control Al Yolan. "Hemos dejado por detrás [de nuestro avance] a las fuerzas iraquíes para que se hagan cargo de las tareas más delicadas, como limpiar las mezquitas", ha añadido.

"Habíamos planificado tomar Faluya en 108 horas y avanzamos según el plan previsto" pese a haber encontrado "una fuerte resistencia", ha dicho el comandante P. J. Batty a la agencia francesa France Presse. El mando militar estadounidense ha reconocido sin embargo que la toma del bastión rebelde no acabará con los atentados que asuelan el país, pese a que Faluya es considerado el principal refugio de los insurgentes.

"Creo que algunos de los líderes han huido", dijo el martes el teniente general Thomas Metz, jefe de las fuerzas multinacionales en Irak. Ante este panorama, Estados Unidos sólo espera impedir que la ciudad siga siendo un refugio franco para los terroristas, y garantizar que los 300.000 ciudadanos que la pueblan habitualmente —ahora la mayoría ha tenido que huir antes del asalto— puedan votar en las elecciones previstas para el próximo mes de enero.