Cuatro hombres dirigirán el Gobierno palestino de forma transitoria tras la muerte de Arafat

El "estado crítico" en el que se encuentra el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, ha llevado a la cúpula palestina a reunirse este mediodía en la Mukata de Ramala para definir el traspaso de poderes y cerrar los detalles de los funerales y del entierro. Según ha anunciado la dirección palestina, el Gobierno provisional para el periodo de transición que seguirá a la muerte de Arafat ha quedado repartido entre cuatro personas. Finalmente, el funeral de Estado se celebrará en El Cairo para facilitar la asistencia de los líderes árabes, aunque el rais recibirá sepultura en su cuartel general, después de que Israel haya dado su autorización.

El presidente de la ANP será, según establece la ley básica palestina, el titular del Consejo Legislativo, Ruhi Fatuh. El primer ministro de la ANP seguirá siendo Ahmed Qurei (Abú Alá), y al frente de la OLP continuará su actual secretario general, Mahmud Abbas (Abú Mazen). También participará en el Gobierno de los asuntos palestinos el presidente del Consejo Nacional Palestino, Salim Zaanún. En la reunión de la dirección palestina han participado los miembros del Consejo de Ministros de la ANP, altos funcionarios de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y del movimiento Al Fatah. Con la elección del desconocido Fatuh para la presidencia de la ANP, la dirección palestina ha querido transmitir al pueblo un mensaje de constitucionalidad y de respeto a las leyes, según han señalado varios asistentes a la reunión.

Estas fuentes han recordado de que la ley básica palestina establece que, en caso de fallecimiento o de pérdida de capacidad por parte de Arafat, es el titular del Consejo Legislativo de la ANP el que debe sustituirle durante el periodo de transición de 60 días, cuando deberán celebrarse nuevas elecciones. En su reunión de hoy, la dirección ha asegurado que su intención es convocar los comicios en el plazo que fija la ley, a pesar de que los obstáculos son numerosos, entre ellos el cerco militar de Cisjordania y Gaza. Analistas políticos locales han subrayado que, a pesar de que son cuatro los dirigentes que asumirán el poder, en la práctica sólo dos de ellos, Abu Mazen y Abu Alá, acapararán el 90% de las funciones de Gobierno.

Entierro en Ramala

En cuanto al entierro, una vez que las autoridades francesas comuniquen de forma oficial la muerte de Arafat, su fallecimiento será anunciado formalmente desde Ramala, donde se encuentra la Mukata, la prisión en la que estuvo confinado el rais los últimos tres años y que se ha convertido en un símbolo de la resistencia palestina. Éste será el lugar donde Arafat reciba sepultura. Sin embargo, los palestinos quieren que sea una sepultura "provisional" a la espera de que un día las relaciones con Israel permitan trasladar el cuerpo a la Explanada de las Mezquitas. En el interior del recinto, un complejo derruido y rodeado por escombros, hierros retorcidos y coches aplastados por las excavadoras israelíes, dos camiones y decenas de operaciones han comenzado ya a hacerle un lavado de cara.

Tras la reunión del Gobierno israelí en la que se ha aprobado permitir el entierro de Arafat en Ramala, el primer ministro, Ariel Sharon, ha hecho su primera referencia a la crisis desde que el rais fue trasladado a París. Sharon ha afirmado que "una nueva era puede empezar en Oriente Próximo, pero depende de los palestinos, si son capaces de acabar con el terrorismo y su incitación a la violencia". Sin embargo, los funerales por el alma de Arafat no se celebrarán en Ramala. La cúpula palestina ha aceptado la propuesta realizada anoche por el presidente egipcio, Hosni Mubarak, que ofreció la ciudad de El Cairo para los funerales de Estado, un lugar que permitiría la asistencia de líderes árabes cuya presencia en Palestina sería vetada por Israel. Según la mayoría de los biógrafos, Arafat nació precisamente en El Cairo.

Mientras, un destacado líder religioso palestino ha llegado a París para visitar al agonizante presidente palestino. Tras ver a Arafat, el imán Taisir al Tamimi ha confirmado que el presidente palestino, de 75 años, "está enfermo y en muy mal estado, pero vivo". Al Tamimi, al igual que hiciera ayer la cúpula palestina, ha excluido la desconexión del respirador artificial que le mantiene con vida, ya que la ley islámica prohíbe la eutanasia. Por su parte, la embajadora de Palestina en Francia, Leila Chahid, ha señalado a las 14.00 horas que "Arafat pelea por la vida" desde su "coma profundo". "La situación no ha cambiado. Arafat sigue vivo", ha comentado a la prensa a las puertas del hospital militar de Pergy, donde sigue ingresado desde el pasado 29 de octubre. "Arafat se agarra a la vida. Nadie puede saber hoy lo que pasará en las próximas horas y en los próximos días", ha añadido Shahid. "En una situación de coma, nadie puede predecirlo", ha sentenciado.