Japón confirma la muerte del rehén nipón secuestrado por el grupo de Al Zarqaui en Irak
Liberado un niño libanés de siete años tras el pago de un rescate
El Gobierno japonés ha sido informado de la muerte del rehén nipón secuestrado hace dos días en Irak, según ha anunciado esta noche la agencia de noticias Kyodo. Se trata de Shosei Koda, de 24 años, que cayó en poder del grupo más sanguinario de la resistencia iraquí, rebautizado Al Qaeda Wa Yihad, liderado por el jordano Abú Musab Al Zarqaui.
La agencia añade que un cadáver hallado cerca de la ciudad iraquí de Tikrit ha sido identificado como el de Koda, un viajero de 24 años. El grupo del islamista jordano había amanezado con decapitarlo en 48 horas si Japón no retiraba sus tropas de Irak, un pequeño contingente de 550 hombres que está desplegado en la localidad meridional iraquí de Samawa, a 270 kilómetros de Bagdad. El Gobierno de Tokio rechazó sus exigencias, que calificó de "claudicación ante los terroristas", y concentró sus esfuerzos en Ammán y Bagdad para tratar de obtener alguna pista sobre Koda. El ultimátum expiraba hoy viernes por la mañana.
Esta mañana saltaba la alarma después de que la televisión Al Yazira informara del hallazgo en Tikrit, cuna del depuesto presidente iraquí Sadam Husein, de un cadáver decapitado que pertenecía a un varón de rasgos asiáticos. Pero horas después, el portavoz del Ministerio iraquí de Interior, Adnan Abdul Rahman, ha desmentido esas informaciones y ha asegurado que el cuerpo es de un iraquí. "Los familiares de la víctima reconocieron el cuerpo esta mañana, por lo que el hospital les hizo entrega del cadáver para que puedan enterrarlo", ha añadido. Aunque Japón ha respirado con un doloroso alivio, horas después se ha confirmado el hallazgo del cadáver de Koda.
En una rueda de prensa celebrada esta mañana en el Club de Corresponsales Extranjeros de Tokio, la madre de Shosei, Setsuko Koda, y su hermano mayor, Maki, han descartado cualquier relación del joven secuestrado con las Fuerzas de Autodefensa (Ejército) desplegadas en Irak, como apuntaron algunos medios nipones. "Mi hermano no tenía intención política alguna y ningún deseo de beneficio personal. Simplemente quería ver de qué manera podía ayudar a esa gente de Irak", ha señalado Maki. Desde que empezó la guerra, cuatro japoneses han sido asesinados por las guerrillas iraquíes, dos de ellos diplomáticos y los otros dos periodistas.
Al contrario que en abril, cuando cinco japoneses fueron capturados y después liberados por guerrilleros iraquíes en medio de multitudinarias protestas contra el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, ahora los medios de información locales han tratado la noticia del secuestro de Shosei en segundo plano. Es más, la prensa japonesa se ha mostrado muy crítica con Koda, al que han calificado de "irresponsable" por viajar a un país donde los extranjeros corren un especial peligro, al convertirse en los nuevos objetivos de guerra de los radicales que luchan contra la ocupación estadounidense.
Por otro lado, el niño libanés de siete años secuestrado la pasada semana en Irak por un grupo iraquí ha sido puesto hoy en libertad tras el pago del rescate que exigían sus captores, según ha informado la radio libanesa. Hamad Abdel Hamad fue secuestrado cuando regresaba a casa tras asistir a la escuela en un área agrícola de la conflictiva provincia de Diyala, al norte de la capital, y sus secuestradores pidieron un rescate de 150.000 dólares. El niño se encuentra bien de salud, aunque ha adelgazado, y pronto regresará a Líbano con su familia.
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