El Gobierno británico niega haber autorizado a EE UU a instalar el escudo antimisiles en su país
'The Independent on Sunday' asegura hoy que Blair ha autorizado en secreto a EE UU a que extienda a Reino Unido su escudo antimisiles
El Ministerio de Defensa del Reino Unido ha negado hoy que haya habido una petición "formal" por parte de Estados Unidos para ubicar misiles estadounidenses en suelo británico, en contra de lo que publica en su edición de hoy el periódico The Independent on Sunday.
Esa publicación afirma hoy que el primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, ha autorizado en secreto que se instalen en suelo británico misiles estadounidenses dentro del programa conocido como escudo antimisiles o "hijo de la guerra de las galaxias". Un portavoz de Ministerio de Defensa ha salido al paso de la noticia y, aunque ha afirmado que no hará comentarios sobre un supuesto acuerdo secreto con Washington, ha precisado que no ha habido una petición "formal" en este sentido.
"No ha habido una aproximación formal para que el Reino Unido ubique misiles aquí. Tampoco hemos decidido si necesitamos sistema de defensa de misiles en el Reino Unido", ha añadido el portavoz, para añadir que "se trata de una decisión para el futuro, cuando se haya desarrollado más el sistema estadounidense".
Hasta después de las elecciones
The Independent on Sunday asegura hoy que Blair ha aceptado en principio una petición del Pentágono para colocar misiles de EE UU capaces de interceptar otros proyectiles en la base de la RAF de Fylingdales, en North Yorkshire (norte de Inglaterra).
Según esa publicación, ya han comenzado los trabajos para permitir que esos misiles se sitúen en esa base de la Fuerza Aérea, pero la decisión no se hará pública hasta después de las elecciones generales británicas, previstas para la primavera de 2005. Este acuerdo confidencial iría más allá de la posición oficial británica, que hasta ahora sólo ha señalado que adaptará el radar de la base de Fylingdales para que pueda ser utilizado en el controvertido proyecto del Gobierno de George W. Bush.
El programa estadounidense de escudo antimisiles, que la prensa británica ha bautizado como "hijo de la guerra de las galaxias" por ser heredero de un proyecto de Ronald Reagan, ha comenzado con el despliegue inicial de proyectiles interceptores en Alaska, a la que seguirá California. Constará de radares avanzados que detecten el lanzamiento de misiles enemigos de largo alcance, satélites que rastreen y proyecten su trayectoria, y proyectiles interceptores que deben destruir los misiles agresores en vuelo.
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