La tempestad tropical Jeanne deja más de 500 muertos en Haití

El paso de la tormenta Jeanne por Haití ha causado la muerte de al menos 500 personas, según fuentes gubernamentales. La ciudad más afectada es Gonaives (norte), donde miles de personas han pasado la noche en los tejados debido a las inundaciones que hacen imposible el acceso a la localidad por carretera. Al menos 150 personas siguen desaparecidas.

Según el representante del Gobierno en la región de Artibonite, en el norte del país, Elie Cantave, en la ciudad de Gonaives la cifra de muertos sobrepasa los 500, la mayoría niños. Buena parte de los fallecidos ha perdido la vida en las inundaciones y avalanchas de lodo que ha desatado el fenómeno meteorológico. "Hemos contabilizado 250 cuerpos en el hospital de Gonaives", ha señalado a primera hora de esta tarde un portavoz de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haiti (MINUSTAH). Miembros de la fuerza de paz de la ONU que trabajan en las labores de rescate han recabado informes, no confirmados oficialmente, que hablan de otros 150 muertos en Gonaives, según ha anunciado el coordinador de Naciones Unidas, Adama Guindo.

En la misma provincia norteña, cerca de la ciudad de Puerto Paz, fuentes oficiales han informado de la muerte de otras 47 personas, que se unen a otras 8 muertes en distintos puntos del país, elevando la cifra provisional de fallecidos a 305.

Alimentos y medicinas desde el aire

Ningún vehículo puede entrar en Gonaives al quedar sumergidos todos sus accesos por carretera. Por ello, durante todo el día, los helicópteros de la ONU están sobrevolando la ciudad para distribuir alimentos y medicamentos, así como equipos de la ONG Médicos Sin Fronteras. Una tonelada de medicamentos será transportada a Gonaives y agua y alimentos serán distribuidos por un convoy del Programa Alimentario Mundial (PAM) en las regiones afectadas.

El primer ministro interino de Haití, Gedrad Latortue, ha declarado el área como zona catastrófica. En esa localidad, el 80% de sus 100.000 habitantes ha sufrido algún daño por la tormenta y miles de familias han tenido que refugiarse en el tejado de sus viviendas, que sobresalen sobre el mar en que se ha convertido la cuidad. Escenas similares se han repetido en varias ciudades del norte de la isla. Las autoridades de Haití han advertido de que al menos 150 personas continúan desaparecidas y los heridos siguen en aumento. Además, el servicio eléctrico se ha interrumpido, así como las comunicaciones por teléfono en gran parte del país, lo que dificulta enormemente las tareas de ayuda y rescate.

Haití es especialmente vulnerable a este tipo de fenómenos atmosféricos debido al proceso endémico de deforestación que sufre el país. El pasado mayo, otra tormenta tropical dejó unos 3.000 muertos en la frontera de Haití con República Dominicana. La tormenta, que llegó a alcanzar el carácter de huracán con vientos superiores a los 120 kilómetros por hora a su paso por Puerto Rico, dejó en esa isla 3 muertos, y más de 10 en República Dominicana.

Lisa es la nueva amenaza

Mientras, el Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami, ha informado de la formación de Lisa, la décimosegunda tormenta tropical de la temporada. Esta mañana, su centro se encontraba unos 1.255 kilómetros al oeste de las islas de Cabo Verde, cerca de la latitud 13,5 grados norte y de la longitud 35,4 grados oeste. Sus vientos máximos eran a esa hora de 85 km/h con ráfagas más fuertes. Aunque está aún lejos de ser un huracán, los meteorólogos temen que se fortalezca durante las próximas 24 horas. La tormenta se está moviendo hacia el oeste a cerca de 19 kilómetros por hora y se espera que continúe en esa dirección durante las próximas 24 horas.