Italia despliega su diplomacia tras el ultimátum de los secuestradores de dos voluntarias

El ministro de Exteriores de Italia ha iniciado hoy en Kuwait una gira de dos días por distintos países del Golfo Pérsico para lograr la liberación de las dos cooperantes secuestradas en Irak junto a dos colaboradores locales. El viaje del ministro coincide con el fin del ultimátum dado por uno de los grupos que se atribuye el secuestro.

La misión diplomática de Franco Frattini se inscribe en la estrategia puesta en marcha por el Gobierno de Silvio Berlusconi, de acuerdo por primera vez con la oposición -contraria a la guerra de Irak-, de sondear todas las vías para salvar la vida de Simona Pari y Simona Torretta, ambas de 29 años. Ya la semana pasada, la subsecretaria de Exteriores, Margherita Boniver, visitó Egipto, Líbano, Jordania, Siria y Yemen, aunque sus reuniones no dieron los frutos esperados.

Ahora Frattini sigue los pasos de su colega francés, Michael Barnier, tras el secuestro de los periodistas Christian Chesnot y Georges Malbrunot, aún pendiente de resolución. Tras desembarcar en Kuwait City, el jefe de la diplomacia italiana ha lanzado un mensaje a los secuestradores: "Liberad a Simona Pari y Simona Toretta, y a los dos iraquíes secuestrados con ellas, devolvednos el cuerpo de Enzo Baldoni -el periodista asesinado en agosto-, todo ellos estaban en Irak para hacer sólo el bien".

Dos presuntas autorías del secuestro

Su llegada a la capital kuwaití ha coincidido con el final del plazo de 24 horas para que Italia retire las tropas desplegadas en territorio iraquí, dado uno de los dos grupos que se atribuyen la captura de las cooperantes. Esta nueva amenaza llega a través de Internet con la firma de la Yihad Islámica en Irak y, aunque no ha podido ser contrastada, ha acrecentado la angustia que se vive en Italia por la suerte de las dos voluntarias.

La segunda reivindicación del secuestro ha introducido un nuevo elemento de confusión, a tenor de las dudas que ya había planteado la primera atribución, asimismo mediante un mensaje cibernético, en nombre de un grupo autodenominado Ansar Al Zawahiri, como el número dos de Al Qaeda. El pasado viernes, este grupo dio al Gobierno de Roma otras 24 horas para "liberar" a las mujeres musulmanas presas en Irak a cambio de información sobre las rehenes, un plazo que se cumplió sin que se produjeran novedades.

Pese a todas estas contradicciones, las autoridades italianas, según fuentes gubernamentales, siguen todas las pistas, sin "escatimar esfuerzos" ni "obviar ningún medio", incluido Internet, donde se asegura que han "colgado" diversos mensajes para contactar con los eventuales secuestradores. El drama de las dos cooperantes de la ONG Un ponte per Bagdad (Un puente para Bagdad), capturadas hace ya una semana, se vive con mayor tensión en el seno de sus familias, en contacto permanente con la unidad de crisis puesta en marcha por el Gobierno.