Una oración en el templo asediado
Bakka Ibrahim está a punto de cumplir 80 años. Es chií y siempre ha vivido en Nayaf. Y en todo ese tiempo nunca ha faltado a su cita semanal con la oración y el recogimiento en el mausoleo del imán Alí. Hoy es lunes y como todos los lunes ha acudido al patio de la mezquita a extender su alfombra y orar. A su alrededor, un vaivén de milicianos: unos hacia las trincheras, otros vienen de ellas, también hay quienes llevan los tesoros de la mezquita, uno de los emblemas artísticos del país, a mejor recaudo. De fondo, el ruido de las bombas y los aviones de combate. Y mientras, Bakka, reza. Por lo que pueda pasar.
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