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VIOLENCIA EN IRAK

El clérigo Al Sáder fija diez condiciones para rendirse y abandonar la ciudad santa de Nayaf

Un portavoz del clérigo chií reconoce que se encuentra herido, pero el ministro iraquí del Interior lo niega

Cuando se cumplen nueve días del inicio de los cruentos combates en Najaf, el clérigo radical Múqtada al Sáder, líder de la revuelta chií, negocia con el Gobierno interino iraquí su salida de los lugares sagrados de la ciudad en los que se ha atrincherado frente al cerco de las fuerzas de Estados Unidos. Según la agencia AFP, que cita a uno de sus portavoces, Al Sáder está dispuesto a rendirse y ha fijado diez condiciones para un alto el fuego. Mientras, corren informaciones contradictorias sobre su salud: un portavoz de la milicia asegura Al Sáder ha resultado herido leve, aunque el ministro iraquí del Interior lo niega.

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Por el momento, la situación en Nayaf es confusa, aunque lo cierto es que los combates cesaron hace varias horas en una especie de tregua no declarada, lo que indica que se están produciendo negociaciones. Desde ayer, se encuentra en la ciudad el Consejero de Seguridad del Ejecutivo interino, Muwafak Al Rubai, a donde fue enviado por el primer ministro, Ayad Alaui, con el fin de mediar en la crisis. En este sentido, el portavoz del clérigo, el jeque Alí Al Sumeisim, ha explicado a AFP que Al Sáder ha dado a conocer sus exigencias durante una rueda de prensa celebrada la ciudad asediada, a unos cien kilómetros al sur de Bagdad. Las principales condiciones son la retirada de EE UU y que un consejo religioso se haga cargo de la ciudad.

"Si todas las fuerzas de ocupación y las fuerzas iraquíes se retiran y si la Marjaiya [la principal autoridad religiosa chií iraquí] acepta tomar el control de la localidad, entonces el Ejército del Mehdi abandonará Nayaf", ha aseñalado el portavoz. El líder de la revuelta exige además una amnistía para los milicianos y que "sean autorizados a portar armas para su propia defensa", así como la liberación de todos los "miembros de la resistencia" encarcelados, de los religiosos y de las mujeres y "el fin de las persecuciones". También pide que "se restablezcan todos los servicios públicos (electricidad, agua y teléfono)".

Múqtada Al Sáder también ha exigido la renuncia del Gobierno interino iraquí, al que ha calificado de "dictatorial".

Manifestación de apoyo en Bagdad

Un portavoz del Gobierno interino iraquí había declarado poco antes que se estaba a punto de alcanzar un acuerdo de alto el fuego. A estas horas, la ciudad permanece desierta y en calma, después de que a primera hora las fuerzas de ocupación hayan permitido la entrada de ambulancias para trasladar a los heridos a los hospitales. Por otro lado, también hay confusión en torno al estado de salud del clérigo. El jeque Ahmad al Shinabi ha declarado, desde el mausoleo del imán Alí en Nayaf, que se encuentra cercado por los soldados de EE UU, que "Múqtada ha resultado herido en un bombardeo estadounidense. Tiene tres heridas, aunque no sabemos con exactitud su estado".

En cambio, el ministro del Interior iraquí, Falah Al Naqib, ha asegurado en declaraciones a la agencia Reuters, que Al Sáder está ileso. "Nadie tocará a Múqtada si abandona el templo pacíficamente", ha asegurado. "Sólo iremos a por los elementos criminales que han penetrado en el movimiento de Al Sáder", ha asegurado el ministro. Ayer dos mil marines de EE UU, apoyados por 1.800 miembros de la Guardia Nacional iraquí, irrumpieron en Nayaf y pusieron cerco a la mezquita y al mausoleo. Los combates tuvieron como escenario el centro y el inmenso cementerio del Valle de la Paz, que cuenta con dos millones de tumbas.

Mientras tanto, en Bagdad, miles de simpatizantes de Al Sáder han llevado a cabo esta mañana una gran manifestación, en la que han expresado su deseo de morir por él. La muchedumbre ha iniciado su marcha pacífica en el barrio chií de Sadr City, bastión del líder rebelde en el noreste de Bagdad, hacia la zona verde, el perímetro altamente protegido que acoge la sede del Gobierno iraquí y la Embajada de EE UU. "Queremos caer mártires por ti" y "Es el puente hacia el paraíso" son algunos de los eslóganes que gritaban los manifestantes a bordo de autobuses, camiones y coches en el centro de la ciudad. Durante el desfile, la policía ha neutralizado un coche bomba en el que se habían instalado seis misiles y que habría causado una catástrofe si hubiera explotado.

Una mujer chií besa una fotografía de Al Sáder en una manifestación de apoyo al líder rebelde.
Una mujer chií besa una fotografía de Al Sáder en una manifestación de apoyo al líder rebelde.ASSOCIATED PRESS

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