El alcalde de Hiroshima recrimina a EE UU que siga tratando de mejorar la tecnología nuclear de guerra
En el aniversario del lanzamiento de la bomba atómica, Akiba tilda de "etnocentrista" al actual gobierno americano
El alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, ha subrayado en la ceremonia en la que se han congregado 40.000 personas, entre supervivientes, familiares de las víctimas del primer ataque nuclear y personalidades como el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, que "el egocentrismo del gobierno de Estados Unidos está alcanzando cotas inéditas".
El discurso de Akiba ha retumbado en el Parque de la Paz, allá donde impactó la bomba atómica hace ahora 59 años. "Ignorando a las Naciones Unidas y su sometimiento a la legalidad internacional, EE UU está dirigiendo su investigación a hacer armas nucleares cada vez más pequeñas y manejables", se ha lamentado.
La Campana de la Paz ha repicado a las 8:15, en el mismo momento en que un avión de guerra estadounidense, el B-29 Enola Gay, lanzó la bomba que destruyó la ciudad. Después, se ha guardado un minuto de silencio.
"La mañana del 6 de agosto de hace 59 años era otra mañana de verano más, pero aquella bomba atómica la convirtió en una mañana que ya la humanidad nunca podrá olvidar", ha leído entonces Koya Yurino, de 11 años.
En la última parte de la ceremonia, 5.142 nombres se han añadido en el libro donde se recogen las vícimas, 237.062. La bomba mató a 140.000 personas de las 350.000 que vivían en Hiroshima en 1945, pero muchas más quedaron afectadas por radiacciones o quemaduras.
El 9 de agosto, Nagasaki era también bombardeada, Japón se rendía y acababa la Segunda Guerra Mundial.
Que Hiroshima y Nagasaki no se repitan
Japón, donde la gente ha crecido escuchando los padecimientos tras Hiroshima y Nagasaki, ha sido pacifista y contraria a la carrera nuclear desde que se convirtió en zona catastrófica, y en su Constitución de posguerra no se recoge su derecho de hacer la guerra. Pero cuando la edad media de los supervivientes de Hiroshima pasa los 70, hay signos de que la posición a favor de un mayor papel militar en el mundo se extiende. Incluso ha dejado de ser tabú la idea de convertirse en potencia nuclear.
Sin embargo, Koizumi ha repetido en su plegaria que la suya, la única nación en sufrir un ataque nuclear, luchará por conseguir el desarme nuclear. "Mantendremos la Constitución pacifista bajo nuestra fuerte resolución a no repetir nunca tragedias como Hiroshima y Nagasaki", ha aseverado.
Bajo Koizumi, Japón ha promulgado una ley permitiendo a su Ejército participar en la reconstrucción de Irak y ha enviado 550 soldados en su mayor despliegue de tropas hasta ahora. Tanto el partido socialdemócrata de Koizumi como la oposición están elaborando borradores para reformar la Constitución, especialmente en su artículo 9, relativo a la participación en conflictos internacionales.
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