La cola "antisionista" ya se vende en Israel
La bebida comenzó a comercializarse en Francia en 2002 como "alternativa ideológica musulmana" a la Coca-Cola
Esta semana han comenzado a comercializarse en Israel refrescos de la marca Meca-Cola, que serán vendidos exclusivamente en ciudades árabes y que constituyen una "opción ideológica musulmana en contra de la entidad sionista", según sus creadores. La nueva marca en Israel, que cuenta con las variantes de cola clásica, cola dietética, refresco de manzana con gas, lima limón y naranja, ya se puede adquirir en los comercios árabes como alternativa a los productos del gigante estadounidense Coca-Cola.
Su creador afirma que 10% de los beneficios se destinan a "niños de Palestina" y otro tanto a la "beneficencia local"
El diario israelí Haaretz afirma hoy que "se ha abierto un nuevo frente en el conflicto árabe-israelí: la cola política" y da cuenta de forma detallada de los objetivos comerciales del fundador de la Meca-Cola, Taufik Mathlouthi, un empresario francés de origen tunecino. La Meca-Cola no es sólo un refresco, es una opción ideológica y las etiquetas de las botellas así lo destacan: "Bebida del compromiso, prueba el sabor de la libertad". En una conferencia desde París, Mathlouthi manifestó ayer que para los árabes-israelíes significa "la libertad de la hegemonía judía".
En declaraciones a medios reunidos en la ciudad de Taibe, unos 40 kilómetros al norte de Tel Aviv, el empresario subrayó: "Seguiremos luchando contra el sionismo dentro de su propia casa". Sin embargo, no descartó la venta de sus refrescos a judíos en Israel: "No tenemos un problema con los judíos que viven en la entidad sionista [Israel], sólo con la entidad en sí misma y lo que simboliza". El sabor y embotellado de la cola árabe imitan a la Coca-Cola, aunque la nueva bebida es menos dulce y más limonada. Con todo, su etiqueta deja claro que no es una simple variación, sino "el refresco oficial de la Conferencia de Estados Islámicos".
"Por favor, no mezclar con alcohol"
Asimismo aparece la ilustración en verde y blando del Domo de la Roca o mezquita de Omar, que junto con la de Al Aqsa en Jerusalén, son terceras en la jerarquía del islam, después de La Meca y Medina. En un tamaño más pequeño, aparece la petición "por favor, no mezclar con alcohol", lo que no deja lugar a dudas de su mensaje religioso. El francés y el árabe son las lenguas predominantes en la etiqueta, sin embargo los contenidos de la bebida aparecen en varias lenguas europeas.
También dice que el 10% de los beneficios de Meca-Cola serán destinados a "niños de Palestina", mientras que otro 10% irá a la "beneficencia local" en cada país donde se comercializa. El distribuidor del producto en Israel, Makdad Idris, un israelí vecino de Taibe, ha asegurado que donará el 20% a los palestinos, pero una gran cantidad irá destinada también a los niños necesitados de la comunidad árabe-israelí. Idris ha descartado consideraciones ideológicas: "Es puramente el negocio y no la política".
Pero cuando la bebida apareció por primera vez en Francia hace tres años, Mathlouthi lanzó una campaña mundial de venta para combatir "el capitalismo americano y el sionismo" y dijo que sus objetivos eran los de reforzar el boicot árabe a los productos de EE UU. Al igual que la bebida, las etiquetas también se fabrican en Francia, lo que llevó a las autoridades israelíes en un primer momento a exigir a Meca-Cola el etiquetado en hebreo. Idris ha subrayado que no se oponía a la escritura en hebreo, pero ha añadido: "Tenemos miedo del boicot árabe, no queremos provocaciones".
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