Sadam dice que el juicio contra él es "un teatro" y que el "verdadero criminal" es Bush
El depuesto dictador se niega a firmar el acta de acusación y defiende la invasión de Kuwait
Vestido de civil, esposado, con barba blanca y más delgado. Así ha reaparecido tras su detención, el pasado 13 de diciembre, el derrocado presidente iraquí ante el tribunal especial que le juzga en Bagdad por crímenes de guerra y contra la humanidad. Sadam Husein ha dicho que el proceso contra él es "un teatro" y que el "verdadero criminal" es el presidente estadounidense, George W. Bush. Además, el depuesto dictador, que ha comparecido en uno de sus antiguos palacios, ahora utilizado por el Ejército estadounidense, se ha negado a firmar el acta de acusación y ha defendido la invasión de Kuwait de 1990. Husein podría ser condenado a muerte, después de que el nuevo Ejecutivo reinstaurara la pena capital, suspendida durante la ocupación, un día antes de su presentación ante la justicia.
En medio de unas fortísimas medidas de seguridad, junto al ex dictador, de 67 años, han comparecido once de sus más estrechos colaboradores, que también fueron detenidos por las fuerzas de la coalición internacional en los meses posteriores a la caída del régimen bazista, y sobre los que pesan cargos similares.
Sadam se ha mostrado desafiante desde el arranque de la vista. Al entrar en la sala, el juez y sus dos ayudantes han preguntado al acusado su edad y si comprendía lo que estaba haciendo en el tribunal. Sadam ha evitado responder y ha lanzado varias preguntas: "¿Qué es este tribunal?, ¿Quién es usted?, ¿Bajo qué jurisdicción está usted?, y varias veces ¿Por qué estoy aquí?. Asimismo, fuentes próximas al tribunal han informado de que el tirano ha exigido en numerosas ocasiones que se le tratara como "presidente de la República de Irak".
En diferido y sin sonido
La comparecencia de Sadam ha sido televisada, aunque su difusión no ha sido en directo. Las primeras imágenes, sin sonido, han sido emitidas horas más tarde por Al Yazira y otras televisiones internacionales. En ellas, sólo aparece Sadam y no el juez y el resto de personas que han asistido a la vista.
En el transcurso de su comparecencia, que ha durado 30 minutos, el juez ha leído los siete cargos que pesan contra él: crímenes de guerra y contra la humanidad por el gaseamiento de kurdos en el norte de Irak (1988), el aplastamiento de la rebelión chií al sur del país (1991), el enterramiento de opositores en fosas comunes (1991), la guerra contra Irán (1980-1988) y la invasión del vecino Kuwait (1990). Sólo ha respondido a esta última acusación con estas palabras, según fuentes del tribunal: "Kuwait es un territorio iraquí. Yo no lo invadí. Entré en Kuwait porque los kuwaitíes compraban a las mujeres iraquíes por 10 dinares".
Cuando el magistrado le ha preguntado si podía pagarse un abogado defensor, Sadam Husein ha respondido: "Los norteamericanos dicen que tengo millones escondidos en Suiza. ¿Cómo no voy a tener dinero para pagarme uno?".
Más delgado, seguro y tranquilo
En las primeras imágenes del ex presidente iraquí desde que fue capturado en diciembre pasado en los alrededores de su ciudad natal, Tikrit, se ve a un Sadam más delgado, tranquilo y seguro. Y, naturalmente, con un aspecto menos desaliñado. Eso sí, luciendo la misma barba blanca, aunque esta vez recortada, que todo el mundo pudo ver cuando Estados Unidos divulgó las primeras imágenes del ex dictador. Además, su actitud ha sido de alerta, centrado en el interrogatorio y tomando notas en una libreta amarilla.
El juicio ha podido comenzar hoy después de que Sadam Husein y sus lugartenientes fueran puestos el miércoles bajo custodia legal del nuevo Gobierno provisional iraquí, si bien permanecen bajo vigilancia de EE UU. El primer ministro iraquí, Iyad Alawi, afirmó ayer que la justicia de su país dispone de "enormes cantidades de documentos que acusan a Sadam Husein" de crímenes durante sus 35 años en el poder.
Una farsa, para los abogados de Sadam
El equipo de 20 abogados internacionales que se hará cargo de la defensa de Sadam tiene claro la línea argumental que seguirá en el juicio contra el ex dictador: el ex presidente iraquí no puede ser juzgado en su país porque no hay garantías suficientes de imparcialidad. Así lo ha declarado hoy el letrado británico Tim Hughes, quien ha tildado el proceso de " farsa".
"Esto no es más que una farsa, para (satisfacer) los propósitos de la coalición anglo-estadounidense", ha dicho. "Todas las pruebas estarán motivadas políticamente". "Sadam no recibirá un juicio justo -ha proseguido-; argumentaremos con fuerza que no debería ser juzgado en Irak".
Hughes adelantó que el equipo de letrados, que ha sido reunido por el abogado jordano Mohamed Rashdan, contratado por la esposa y las hijas de Sadam, cuestionará el derrocamiento del ex presidente. Si demuestran que Sadam Husein es aún el presidente legítimo de Irak -ha explicado Hughes-, su estatus le dotaría de inmunidad. También ha criticado el hermetismo que rodea al juicio. "Estamos en la oscuridad total respecto a lo que le está sucediendo a nuestro cliente", ha criticado.
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