Berlusconi asume "personalmente" la derrota de Forza Italia

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha afirmado esta tarde, rompiendo su silencio después de los resultados de los comicios europeos, que "asume personalmente el descenso" de su partido, Forza Italia, que ha caído al 21% de los votos. En las últimas elecciones generales, su formación había logrado el 29% de los votos.

Forza Italia ha perdido cuatro puntos respecto a las elecciones de 1999, pero algo más de ocho en relación con las generales de hace tres años, un descenso notable que tiene que ver con el desgaste del Gobierno, centrado en la imagen del jefe del Ejecutivo. No obstante, los socios de la coalición de centroderecha han suplido con mejores resultados el bajón de Forza Italia y, así, Alianza Nacional ha llegado al 11,5% (desde el 10,3% de hace cinco años), la Liga Norte al 5% (desde el 4,5%) y los democristianos de UDC al 5,9% (desde el 4,8%).

Berlusconi, que ha seguido la jornada electoral desde su residencia en Cerdeña, ha querido puntualizar que "la mayoría [en el poder] mantiene su posición, única en Europa entre los gobiernos en el poder desde hace algunos años". Una posición que no comparte la coalición Unidos en El Olivo, formada por los Demócratas de Izquierda y los centristas de La Margarita, que ha obtenido el 31,1% de los votos y que proclama que, en caso de celebrarse ahora unas elecciones generales, el centroizquierda obtendría la mayoría. Aunque El Olivo ha ganado, sus líderes tampoco pueden mostrarse especialmente satisfechos, dado que con el 31,1% pierden respecto al 32,5 de hace cinco años y al 33,3% de las legislativas de 2001.

El optimismo de Prodi

Sí mejoran notablemente Refundación Comunista, que ha alcanzado el 6,1% (antes el 4,3%), Los Verdes (2,5%), otro pequeño partido comunista, el PDCI (2,4%), y debuta con una aceptable porcentaje la lista conjunta del ex fiscal Antonio Di Pietro y el antiguo líder comunista Acchille Occhetto (2,1%). Así, si se suman los apoyos del centroderecha por un lado y del centroizquierda por otro, se advierte casi un empate, lo que sí supone un avance de los progresistas tres años después de haber dejado el Gobierno de Italia en manos de Berlusconi y sus aliados. Ambos bloques habían aceptado que estas elecciones, aunque europeas, tenían un significado interno y son una clave para afrontar los dos años que quedan para el final de la legislatura.

La prudencia teñida de optimismo domina en la oposición, que confía en la incorporación de Romano Prodi a la política nacional para poder derrotar a la coalición conservadora en 2006. Así, Prodi ha señalado en Bolonia que El Olivo "es el nuevo punto de referencia de la política italiana. Nos ha apoyado un tercio de los electores y dos tercios de los votantes del centroizquierda. Es una gran preparación para el futuro". También se ha mostrado satisfecho el líder de Demócratas de Izquierda, Piero Fassino, para quien "los datos de las elecciones europeas confirman la seca derrota de Forza Italia, con la pérdida de cuatro millones de votos. El centroizquierda es la primera coalición con 46,1% mientras que el centroderecha llega al 45,4%, contando el Partido Socialista Nuovo Psi".

Según Fassino, el centro izquierda obtendría la mayoría con el apoyo de Rifundación Comunista, que actualmente no forma parte de la coalición en la oposición, aunque ha mostrado su disponibilidad a futuros pactos. En el seno de la mayoría hay satisfacción en los aliados menores de Forza Italia, porque consideran que la coalición ha aguantado bien el desgaste de Gobierno, al tiempo que ven un mayor equilibrio interno, sin el predominio del partido de Berlusconi. Así, el ministro democristiano Carlo Giovanardi ha declarado que "le ha ido bien" a su coalición, que "se ha reforzado", por lo cual no se desestabilizará el marco político, aunque otras voces han apuntado la conveniencia de que Berlusconi tome nota de los resultados a la hora de un eventual reajuste ministerial.