Una mujer israelí y sus cuatro hijas mueren en un ataque palestino a un asentamiento de Gaza

Una mujer israelí embarazada de ocho meses y sus cuatro hijas de dos, siete, nueve y once años, residentes en el asentamiento judío de Gush Katif, cercano a Gaza, han fallecido tiroteadas por dos activistas palestinos que han disparado contra el coche en el que viajaban. Los atacantes han muerto después por disparos de soldados israelíes. El Gobierno de Israel ha acusado a Arafat y a Hamás de querer torpedear el plan de retirada de Gaza que están votando hoy los miembros del Likud. El Gobierno ha respondido con un ataque con misiles a las oficinas de una radio cercana a Hamas.

Se da la circunstancia de que Tali Hatuel, de 34 años y embarazada de ocho meses, había salido del asentamiento para emitir su voto en contra del plan de retirada de Gaza de Sharon. "No nos moveremos de aquí", decía una pegatina en el coche en el que viajaba junto a sus hijas. Apenas unos cientos de metros antes de que el vehículo entrase en territorio israelí, dos palestinos han disparado con armas automáticas contra el coche, matando a todos sus ocupantes. Eran los primeros colonos judíos que morían a manos palestinas desde 2002.

Los terroristas se han dado a la fuga, pero no han ido muy lejos, ya que también han muerto por disparos de las fuerzas israelíes llegadas al lugar y que los perseguían. Uno de los soldados ha resultado herido y se encuentra grave en el hospital al que ha sido trasladado.

La respuesta israelí ha llegado horas más tarde cuando helicópteros Apache del Ejército han bombardeado con misiles un edificio de 15 plantas del barrio Rimal de la ciudad de Gaza. Al parecer, el ataque iba dirigido contra las oficinas de una emisora de radio de Hamás. Más tarde, helicópteros israelíes han disparado contra un vehículo que circulaba por la ciudad de cisjordana de Nablús, matando a tres palestinos, al parecer militantes de alguna organización radical.

Confusión en torno a la autoría

Las Brigadas de los Mártires de la mezquita de Al Aqsa, afiliadas al movimiento oficialista Al Fatah, se han responsabilizado del ataque, mientras que otras fuentes lo atribuyen al Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás). Sin embargo, posteriormente ambos grupos han negado este extremo y otras dos organizaciones armadas palestinas, el brazo armado de la Yihad Islámica y los Comités de la Resistencia Popular de la Intifada, vinculado a Al Fatah, han afirmado ser los autores. Por su parte, Israel ha tildado de "masacre" el ataque, al tiempo que ha acusado al presidente palestino y Al Fatah, Yasir Arafat y a Hamás de querer torpedear el plan israelí de retirada de Gaza.

El ataque se ha registrado en una jornada clave para los colonos, ya que los afiliados del Partido oficialista Likud acuden a las urnas para manifestarse en favor o en contra de un plan unilateral del primer ministro, Ariel Sharon, que propone, entre otros, la retirada militar de Gaza y la evacuación de los colonos y sus 21 asentamientos. El grueso de los colonos judíos residentes en la franja de Gaza, unos 7.500, se encuentra en los asentamientos de Gush Kativ, donde cuentan cultivan hortalizas en invernaderos.

Se trata del atentado palestino más sangriento desde que helicópteros de la Fuerza Aérea israelí mataron en la ciudad de Gaza al fundador y mentor de Hamás, Ahmed Yasín, el pasado 22 de marzo, y a su sucesor, Abdelaziz Rantisi, el 17 de abril. Según los analistas, este suceso podría precipitar una fracaso mayor del ya previsto de la iniciativa de Sharon.