Al menos 24 palestinos muertos en nuevas incursiones israelíes en los territorios autónomos

Al menos 24 palestinos han muerto en Cisjordania y Gaza desde que el Ejército israelí comenzó el pasado martes una incursión con blindados en el norte de la franja autónoma. Los últimos fallecidos son un profesor de 32 años y tres jóvenes milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, brazo armado de Al Fatah, el partido de Yasir Arafat.

Un profesor palestino de 32 años ha muerto hoy cerca de su vivienda por disparos de soldados israelíes que acababan de detener a un activista en la región de Nablús (norte de Cisjordania), según ha anunciado la familia de la víctima a la agencia France Presse.

Por otra parte, fuentes palestinas han denunciado que los tres milicianos asesinados iban desarmados cuando una patrulla israelí les tendió una emboscada la pasada madrugada y los mataron. Sin embargo, el Ejército israelí alega que sus tropas pidieron a los tres, y a un cuarto que resultó herido, que se detuvieran y que sus hombres sólo abrieron fuego cuando los milicianos trataron de escapar. El herido es Atef Shaabán, jefe local de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, quien fue evacuado por una ambulancia de la Media Luna Roja y hospitalizado con heridas graves.

Ayer por la noche, dos niñas de cuatro y siete años, Assma Abu Klik y Muna Abu Tabak respectivamente, murieron. La primera por inhalación de grandes cantidades de gases lacrimógenos y la segunda por esquirlas de un proyectil disparado por un tanque, que la hirieron mortalmente en el pecho. Otro menor de 16 años, identificado como Mohamed al-Malfouh, fue abatido ayer también cuando lanzaba piedras a los blindados israelíes, en una protesta en la que participaban decenas de adolescentes.

Prosigue imparable la espiral de violencia en Gaza

En la madrugada del miércoles al jueves, en la ciudad de Tulkarem, otros tres milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa fueron asesinados por el Ejército israelí en un enfrentamiento en las proximidades del campo de refugiados de Nur-A-Shamps. Pero el mayor número de víctimas de los últimos días, 17 muertos y más de 60 heridos, se ha registrado en el norte de la franja de Gaza, en las localidades de Bet Hanún y Bet Lahíe, en la incursión que el Ejército israelí efectúa allí desde el pasado martes con el fin de impedir el lanzamiento de cohetes Kasam y morteros contra los asentamientos judíos en Gaza y las comunidades rurales en la parte septentrional del desierto del Néguev. Entre los 17 muertos de Gaza hay siete milicianos palestinos y el resto son civiles menores de 20 años que se manifestaban contra la presencia de las tropas israelíes.

Israel entró el martes en el norte de la banda autónoma con más de una veintena de tanques y vehículos blindados con el objetivo de erradicar de la zona lanzaderas de cohetes Kasam y morteros. La operación israelí seguía al lanzamiento por parte de las milicias palestinas de unos 20 proyectiles de mortero y una decena de primitivos cohetes Kasam, entre el domingo y el lunes. Esa fue la respuesta de las milicias palestinas al asesinato el sábado del jefe del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), Abdelaziz Rantisi, en un ataque israelí con helicópteros Apache que decapitaba por segunda vez en menos de un mes al movimiento radical.

El Ejército israelí informó ayer de que la mayoría de sus tropas se habían retirado ya de la zona y de que sólo seis tanques realizaban labores de vigilancia para disuadir a los milicianos de Hamás de disparar los cohetes. En la casi imparable espiral de violencia en la franja de Gaza, dos soldados israelíes resultaron ayer heridos cuando milicianos dispararon un cohete antitanque contra un puesto militar en el asentamiento de Kfar Darom.