Tokio no sacará a sus tropas de Irak pese al secuestro de tres civiles japoneses

El Gobierno japonés no se plegará a las exigencias de los terrorristas. El secuestro de tres japoneses en Irak por un grupo autodenominado Brigadas de los Muyahidines (guerreros santos), que amenaza con matarlos si Tokio no repliega a sus cerca de 500 soldados en tres días, no ha hecho a Japón ceder al ultimátum de los guerrilleros.

Esta noche un ciudadano canadiense que trabaja para una organización humanitaria ha sido secuestrado en Irak, ha indicado un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá, Sameer Ahmed.

Horas antes, el Ejecutivo nipón, en un comunicado, daba cumplida respuesta al vídeo difundido por la cadena de televisión árabe Al Yazira con imágenes de los tres rehenes y sus documentos de identidad. "Nuestras fuerzas están dando apoyo a los esfuerzos de reconstrucción del pueblo iraquí, por lo que no hay razón alguna para retirarnos", ha dicho con firmeza el portavoz del Ejecutivo nipón, Yasuo Fukuda, en respuesta al chantaje de los insurgentes. Además, tras calificar el secuestro de "imperdonable", ha instado a los rebeldes a liberar "de forma inmediata" a los tres ciudadanos japoneses.

Amenazan con "quemarlos vivos"

En la grabación emitida por Al Yazira aparecen los tres capturados vestidos de civil. Se trata de dos hombres, Noriaki Imai y Soichiro Koriyama, y una mujer, Takato Nahoko. El primero de ellos es un joven de 18 años que acompañaba en Irak al segundo, de 32 años, fotógrafo y colaborador del semanario nipón Weekly Asahi, según el carné de identificación de esa revista que los rebeldes exhiben en el vídeo. Un portavoz del diario Asahi Shimbun ha informado de que Koriyama colaboraba con fotografías para el semanario del grupo informativo aunque no está contratado por la empresa. La tercera persona retenida es una mujer, de 34 años, quien ha sido reconocida por su madre en el vídeo, según la agencia Kyodo. En un comunicado incluido en la cinta, las Brigadas de los Muyahidines ha dado un ultimátum a Tokio de tres días antes de cumplir su amenaza de "quemarlos vivos".

El Ejército japonés mantiene destacado un contingente militar de unos 500 soldados del Ejército de Tierra en Samawa, una ciudad chií del sur de Irak, pero la cinta no se precisa donde han sido apresados los rehenes. Presisamente esta mañana, Japón había ordenado extremar las precauciones al tiempo que anunciaba la suspensión provisional de los trabajos humanitarios debido al estallido de violencia, aunque continuarán con las tareas de reconstrucción.

El envío de soldados a Irak generó una fuerte polémica en Japón al ser la primera vez que realizan una misión en el exterior desde su derrota en la II Guerra Mundial. De hecho, para poder llevar a cabo la misión se aprobó el verano pasado una ley especial de reconstrucción de Irak, que especifica que la zona elegida para el despliegue debe estar libre de conflictos armados.

Liberados los siete religiosos surcoreanos

Otro de los países asiáticos que mantiene tropas en Irak, Corea del Sur -con un contingente de 3.500 soldados-, ha estado varias horas pendiente de la suerte de siete de sus conciudadanos, secuestrados por otro comando insurgente. Los retenidos, miembros de una congregación religiosa, han sido liberados a media tarde (hora española), según ha anunciado la televisión coreana YTN, aunque esta noticia aún no ha sido confirmada por el Gobierno de Seúl.

Estos secuestros se producen unas horas después de que la milicia del clérigo chií Múqtada al Sáder, el Ejército del Mahdi, afirmara tener en su poder rehenes españoles y "posiblemente estadounidenses", a los que pretende intercambiar por su líder en Nayaf, Mustafá al Yaqubi, detenido el sábado por la Coalición. Sin embargo, el Ministerio de Defensa español ha desmentido a este periódico que haya ningún español secuestrado en Irak. La Brigada Plus Ultra también ha "desmentido rotundamente esa noticia", al tiempo que ha subrayado que no les "falta ningún miembro, ni español, hondureño, dominicano o salvadoreño" entre los efectivos desplegados en las zonas bajo su control, Nayaf y Diwaniya.