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La Liga Árabe advierte de que el aplazamiento de su cumbre traerá "consecuencias peligrosas"

Los palestinos temen que el inmovilismo de la organización "alentará la agresión israelí" contra su pueblo

El secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, ha calificado de "grave" la situación creada a causa del aplazamiento sine die de la cumbre árabe, cuya celebración estaba prevista para el lunes y el martes de la próxima semana en Túnez. En declaraciones a la agencia oficial egipcia Mena en Túnez tras el anuncio anoche de esta postergación, Musa ha señalado que "la decisión tendrá consecuencias peligrosas sobre la acción árabe común". En la reunión, se iban a tratar asuntos fundamentales como un plan alternativo al presentado por EE UU para Oriente Próximo y la situación en Irak.

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"No debemos hacer asumir sólo a Túnez la responsabilidad" de la postergación "porque todas las posturas árabes comparten esta responsabilidad", ha manifestado Mussa, que ha añadido que "la situación es grave y es necesaria una acción inmediata". Para Mussa, "Egipto es capaz de dirigir esta acción" y tanto el presidente en ejercicio de la cumbre, el jefe de Estado tunecino Zin el Abidin Ben Alí, como los otros presidentes árabes pueden desempeñar un papel junto con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, para "hacer frente a los peligros".

Por su parte, el ministro palestino encargado de las negociaciones con Israel, Saeb Erekat, ha señalado que este retraso "alentará la agresión israelí" contra los palestinos. "Temo que tenga consecuencias peligrosas, porque se produce después del asesinato del jeque Yassin [líder espiritual de Hamás] y el veto de Estados Unidos a una resolución de la ONU que condene ese asesinato", ha declarado Erekat. "Tememos que esto permita a Israel llevar a cabo acciones aún más contundentes contra los palestinos", ha añadido el responsable palestino.

Un plan alternativo al de EE UU

La Liga Árabe volvió a dar ayer muestras de su inmovilismo al anunciarse la suspensión de la cumbre en Túnez, país que acusó al resto de haberla provocado por su desacuerdo sobre las reformas democráticas, el terrorismo y la violencia. Esta cumbre parecía mal encaminada debido a divergencias sobre un plan árabe de reformas en Oriente Próximo, algo inédito en los anales de la Liga Árabe. En un escueto comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, Túnez anunció anoche haber tomado unilateralmente la decisión de suspender la cumbre "por las divergencias que aparecieron sobre ciertas proposiciones tunecinas sobre el proceso de reforma y modernización de los países árabes".

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Túnez deseaba que, en ese contexto y con un documento presentado conjuntamente por Egipto y Jordania sobre la modernización de las sociedades árabes, no se soslayara la condena de la violencia y el terrorismo en todas sus formas. "Los árabes hemos perdido una ocasión decisiva de mostrar al mundo que podemos estar unidos", dijo en tono lastimero, al anunciar la suspensión, el secretario de Estado de la Cancillería tunecina, Hatem Ben Salem. El proyecto tenía como finalidad figurar como alternativa a la propuesta de los Estados Unidos de "Gran Oriente Medio, desde Marruecos hasta Pakistán" para democratizar al mundo árabe.

Desde el momento en que se anunció la suspensión, los miembros del Consejo de Ministros, que preparaban a puerta cerrada los proyectos de resoluciones, salieron de la sala proclamando que la responsabilidad era únicamente de Túnez. La posibilidad de una suspensión del encuentro se vislumbró el sábado cuando desde Argel el presidente, Abdelaziz Buteflika, declaró a una cadena de televisión árabe que tenía constancia de que algunos países "no deseaban la celebración de la cumbre". Otro jarro de agua fría llegó a la capital tunecina con el anuncio de que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Abdalá ben Abdelaziz, no estaría presente, así como el rey de Bahrein y el sultán de Omán.

Amro Musa, a su salida anoche del Ministerio de Asuntos Exteriores de Túnez, donde se preparaba la reunión.
Amro Musa, a su salida anoche del Ministerio de Asuntos Exteriores de Túnez, donde se preparaba la reunión.EFE

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