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LA POSGUERRA DE IRAK

Blix sostiene en Barcelona que los servicios secretos "exageraron" el peligro de Irak

El ex jefe de los inspectores entiende que los gobernantes que apoyaron la invasión "se equivocaron"

El ex presidente de la Comisión de Naciones Unidas para la búsqueda de armas en Irak, el sueco Hans Blix, ha asegurado hoy que los servicios de inteligencia de "muchos" países "exageraron y malinterpretaron" los indicios sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. Blix, que hoy ha recibido un premio en Barcelona, sostiene que los líderes políticos que apoyaron la guerra "se equivocaron".

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"EE UU minó la credibilidad de los inspectores de la ONU"

El ex jefe de los inspectores de la ONU ha recibido en Barcelona el Premio por la Paz de la Asociación para Naciones Unidas en España (ANUE), por su defensa de la solución pacífica de los conflictos, y se ha reunido con el presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, y con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall.

Blix ha denunciado, desde que abandonó Unmovic y hoy en Barcelona, que, tras la guerra, ha quedado claro que las explicaciones de los servicios de inteligencia sobre las armas de destrucción masiva "eran, como mínimo, exageradas". Blix estima que los atentados del 11-S "fueron el punto clave que hizo surgir todas las teorías sobre el terror" y, después de ese ataque, la tendencia "era ver todas las suposiciones bajo una luz aterradora, y lo mismo hicieron los servicios de inteligencia, fiarse demasiado de los indicios".

Se equivocaron

"Pero eso no es una excusa para los líderes políticos, ellos deberían haber planteado preguntas más cruciales", sostiene el diplomático sueco, que cree que los gobiernos que apoyaron la guerra "se equivocaron" sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, aunque, a su juicio, "no lo hicieron de mala fe". El mismo ha admitido que, en diciembre de 2002, sospechaba que Irak poseía armas de destrucción masiva, aunque a medida que avanzó en las investigaciones se fue volviendo "más escéptico" y, si le hubieran permitido continuar con las inspecciones, "es posible que hubiera podido demostrar que no existían esas armas". Cuando los inspectores abandonaron Irak, "no se podía garantizar que no había armas, pero sí que había suficientes dudas para prolongar el tiempo de las inspecciones", ha apuntado.

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En opinión de Hans Blix, los gobiernos que promovieron la guerra "intentaron minar el trabajo de los inspectores, porque pensaban que efectivamente había armas de destrucción masiva en Irak", aunque no cree que la intervención armada estuviera preparada con antelación. Sin embargo, entiende que los mandatarios que promovieron la invasión "estaban tan convencidos de que existían, que si veían una sombra creían que eso era la prueba de que las brujas existían". Como consecuencia de esa actitud, Blix cree que "la gente tiene ahora menos confianza en eso gobernantes".

En opinión de Blix, Estados Unidos y Reino Unido no sometieron a votación del Consejo de Seguridad una resolución que permitiera el inicio de la guerra porque sabían que no obtendrían mayoría, "con lo que demostraron que pensaban que lo podían hacer solos, sin tener en cuenta a la comunidad internacional". "Con lo que no contaron es con las consecuencias que ello tendría sobre el resto del mundo, respecto a la legitimidad de su acción", ha apuntado Blix, que considera que la guerra de Irak supone "una lección para el mundo" porque ha puesto de relieve que "contar con el apoyo del Consejo de Seguridad no es un detalle sin importancia".

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