El director general de la BBC se suma a su presidente y presenta la dimisión
Blair acepta la "disculpa incondicional" de la cadena y da por cerrada la crisis
El director general y hombre fuerte de la BBC, Greg Dyke, ha presentado este mediodía su dimisión tras la crisis creada por la publicación ayer del informe de Lord Hutton sobre el suicidio del científico David Kelly. La renuncia de Dyke se suma a la presentada ayer por el presidente del ente público, Gavyn Davies. La crisis más grave en la historia de la cadena de radio y televisión pública británica en sus 82 años de historia parece haber quedado cerrada con estas dimisiones, a las que hay que sumar la "disculpa incondicional" que la corporación ha emitido tras reunir a su Consejo de Gobernadores, exigida y aceptada por el primer ministro, Tony Blair, como colofón que permite "cerrar el debate".
El juez Hutton hizo público ayer un informe en el que exoneraba al Gobierno de Blair de cualquier responsabilidad en el suicidio, en julio, del experto en armamento David Kelly, fuente de una información en la que la BBC acusaba al Gobierno de "hacer más atractivos" los datos de que disponía sobre el arsenal iraquí para justificar la guerra. Hutton eximió de responsabilidad al Gobierno en el señalamiento de Kelly como fuente -no diseñó una "estrategia" para que su identidad se hiciera pública-, al tiempo que acusó a la BBC de emitir informaciones "infundadas", dado que fallaron todos los mecanismos de control previo y seguimiento posterior de las informaciones dudosas.
Tras conocerse el informe, el presidente de la cadena, Gavyn Davies, presentó la dimisión, pero no era suficiente para Blair, que exigía más cabezas y una disculpa oficial. Los primero ha llegado con la dimisión de Greg Dyke, hombre fuerte del ente público y a quien se señalaba como responsable del asunto desde Downing Street. Después, Richard Ryder, director en funciones de la cadena, ha pedido, "en nombre de la BBC, disculpas sin reservas por nuestros errores a las personas cuyas reputaciones puedan haber sido afectadas por ellos". Igualmente, Ryder ha reconocido que "la BBC tiene que tomar nota del informe de Lord Hutton, que pone de relieve serias deficiencias en los procesos y procedimientos de la corporación".
La disculpa, que ha llegado tras la reunión del Consejo de Gobernadores de la BBC, ha sido aceptada por Blair: "Nos permite cerrar el debate y pasar a otra cosa; a la BBC continuar con su trabajo y al Gobierno con el suyo".
Asunto cerrado
Blair da el asunto por cerrado, aunque no se descarta que el Consejo de Gobernadores, un grupo de 11 personas de todos los ámbitos de la sociedad británica, decidirán el próximo paso para resolver la crisis, que podría incluir una nueva dimisión, la del jefe de Informativos, Richard Sambrook.
El ex presidente de la BBC Christopher Bland no es de la misma opinión. Bland ha reconocido hoy que la cadena cometió errores en la polémica por una noticia sobre Irak, pero ha considerado que no son necesarias más dimisiones tras la publicación del informe Hutton. "La idea de que hay un problema sistemático que requiere ejecuciones masivas en la BBC es errónea", ha declarado Bland al programa Today de Radio 4 de la citada cadena británica.
A vueltas con la filtración
Uno de los asuntos colaterales del caso Kelly es la filtración del informe al diario The Sun unas horas antes de que se hiciera público de forma oficial. Esta mañana el juez Hutton ha ordenado una investigación urgente para aclarar quien reveló a la prensa del contenido de sus conclusiones.
The Sun había mantenido una línea de enorme dureza con la BBC, algo nadad casual si tiene en cuenta que el propietario del diario es Rupert Murdoch, cuya plataforma televisiva Sky es rival de la cadena pública. El enfoque de The Sun y el hecho de que el Gobierno haya salido tan bien parado de la investigación han espoleado la sospecha de que la filtración procedía de Downing Street.
El juez había enviado copias del informe al Gobierno, a la BBC, a la familia de Kelly, a Alastair Campbell, a los periodistas Andrew Gillligan y Susan Watts y al speaker de la Cámara de los Comunes.
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