La ayuda internacional comienza a llegar al sureste de Irán tras el fuerte terremoto
Las autoridades iraníes cifran las víctimas del terremoto en 30.000 muertos y 60.000 heridos.- El ayatolá Jamenei apela a los iraníes a la solidaridad
A pesar de las bajas temperaturas y de la falta de medios, los equipos de salvamento continúan la búsqueda de supervivientes entre los escombros de la histórica ciudad de Bam, que quedó prácticamente destruida por el terremoto de 6,3 en la escala de Richter que sacudió ayer el sureste de Irán. Según los últimos datos de la agencia oficial IRNA, las víctimas de Bam, cuya población es de 100.000 habitantes, se elevan a 30.000 muertos y 60.000 heridos. Previamente, el Ministerio del Interior había ofrecido por televisión un balance de 20.000 muertos y 30.000 heridos y no ha descartado que la cifra se incremente. Mientras, la comunidad internacional se ha movilizado y la ayuda reclamada por el régimen iraní comienza a llegar a la zona, en la que no se ha restablecido el servicio de agua, luz ni teléfono.
El temblor destruyó más del 75% de los edificios de Bam, que está situada a unos mil kilómetros al sureste de Teherán y que era una de las mejores muestras de la arquitectura en adobe del mundo, por lo que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Bajo sus restos han quedado sepultadas un gran número de personas mientras dormían. Los dos hospitales de la ciudad se derrumbaron y todo el personal médico desapareció con ellos. Tras una noche en que han trabajado a destajo, los equipos de rescate, integrados por brigadas del Ejército y guardias de la revolución iraní, han recuperado 5.000 cadáveres, que se amontonan en camiones, en los asientos de los coches o envueltos en mantas en mitad de la calle a la espera de ser enterrados para evitar que provoquen epidemias, mientras que docenas de aviones militares han sido movilizadas para evacuar a los heridos a los hospitales de Teherán.
El guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, ha enviado sus condolencias al "noble pueblo iraní y los familiares de las víctimas", al tiempo que recordado a sus compatriotas su "deber de ayudar" a los habitantes de Bam. Por su parte, el presidente, Mohamed Jatamí, ha admitido que los daños son demasiado importantes para que el país pueda hacer frente al desastre por sí solo, por lo que ha aceptado toda la ayuda que pueda llegar, incluida la de Estados Unidos que, tras los atentados del 11-S, incluyó al régimen iraní en su eje del mal, junto a Irak y Corea del Norte. Sin embargo, el ministro de Exteriores del país, Jahanbajsh Janjani, ha excluido a Israel, país al que no reconoce y con el que no tiene relaciones bilaterales.
Movilización internacional
Ante la magnitud de la catástrofe, muchas naciones han enviado ya, o preparan el envío, de equipos de rescate y ayuda humanitaria. Rusia ha enviado esta madrugada dos aviones de transporte pesado Il-76 con equipos de rescate, medicinas y otros bienes de primera necesidad, que han sido los primeros en llegar al aeródromo de Kerman junto a otros de Suiza, Alemania y Gran Bretaña. Por su parte, el Gobierno de Japón ha donado 25 millones de yenes (unos 227.000 dólares) en equipos y material diverso como generadores de electricidad, mantas, tiendas de campaña y depósitos de agua, que serán enviados lo antes posible. El Ministerio alemán de Exteriores ha anunciado el envío de 28 toneladas de ayuda humanitaria, sobre todo medicamentos y material para la purificación de aguas.
El Gobierno australiano ha anunciado que donará 1,5 millones de dólares para la reconstrucción de las ciudades iraníes afectadas por el seísmo. En Ginebra, la ONU ha destinado una primera ayuda de 90.000 dólares (unos 72.300 euros) y ha enviado al lugar expertos desde Teherán para evaluar los daños y coordinar la ayuda internacional. Además, la Comisión Europea movilizará 800.000 euros de ayuda humanitaria de urgencia y la Cruz Roja Internacional lanzará una solicitud de fondos por 6,4 millones de euros (unos 8 millones de dólares). El régimen chino ha mandado un equipo especializado en rescate de emergencia y ha ofrecido también ayuda por valor de más de 600.000 dólares. Y el director general de la Unesco, Koichiro Matsuura, ha ofrecido ayuda a las autoridades iraníes para la salvaguarda del patrimonio de la ciudad de Bam.
El seísmo, que se produjo ayer sobre las 5.30 hora local (2.30 en la península), provocó el corte inmediato de los servicios de agua y electricidad y la suspensión de las líneas telefónicas con el resto de Irán, lo que dificultó las primeras operaciones de salvamento, que se desarrollaron en medio de la confusión. Los supervivientes subsisten en precarias condiciones, ya que la pérdida de las miles de casas ha dejado sin hogar a buena parte de la población, que permanece a la intemperie bajo un intenso frío. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, las prioridades son medicinas, tiendas de campaña, hospitales móviles, generadores de electricidad, equipos purificadores de agua y mantas.
Ningún español entre los muertos
La Oficina de Información Diplomática (OID) ha confirmado a primera hora de la tarde que, según las informaciones disponibles, no hay víctimas españolas. En la localidad de Bam no hay colonia española y la Embajada en Teherán logró ponerse en contacto ayer con tres excursionistas españoles en la región y constató que están a salvo, según un portavoz de la OID. La ciudadela de Arge Bam es uno de los principales focos turísticos del país, al albergar una de las muestras mejor conservadas de la arquitectura en adobe del mundo, ahora reducida a escombros.
Situada en el sur de Irán, en mitad del desierto de Dasht e Kavir, esta antigua ciudad, cuyas primeras construcciones datan de hace 2.000 años, era un tesoro histórico que conservaba entre sus murallas unas 400 casas, además de mezquitas, baños, escuelas y edificios públicos que daban cuenta de la vida y costumbres de las cerca de 12.000 personas que la habitaron en su época de esplendor, durante los siglos XVI y XVII, cuando Bam era lugar de descanso y comercio de los mercaderes que hacían la ruta de la seda.
Bam fue lugar de peregrinaje antes de la islamización de Irán. Su templo de fuego erigido a Zoroastro fue transformado en mezquita durante el periodo safarino (866-903). La mayor ciudad de adobe del planeta, 300 metros de largo por 200 de ancho, entró en decadencia a partir de 1722, tras la invasión de las hordas afganas.
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