Nueva York cierra la herida del 11-s con el rascacielos más alto del mundo
El edificio, cuyo proyecto final ha sido presentado hoy, medirá más de 600 metros
Nueva York cicatrizará la herida abierta el 11 de septiembre de 2001 en la zona sur de la isla de Manhattan con el rascacielos más alto del mundo. La Torre de la Libertad se elevará bastante por encima de los 541 metros proyectados en un principio por el arquitecto estadounidense de origen berlinés Daniel Libeskind, y batirá de largo a todos sus competidores por el trono de Babel.
Libeskind presentó su proyecto final para reconstruir la zona cero hace unos meses, tras haber ganado un concurso público. El edificio más notable era la Torre de la Libertad, un edificio de 1.776 pies, en alusión al año en que se proclamó la independencia de Estados Unidos. De por sí, esta altura era suficiente para desbancar no sólo al rascacielos más alto del mundo en la actualidad, el taiwanés Taipei 101 (508 metros, 60 de antena, 101 pisos), sino al que tomará su relevó en 2007. China relanzó en febrero la construcción del Shanghai World Financial Center, una torre que tendrá 512 metros.
Pocos metros serán esos para batir a la Torre de la Libertad, sobre todo ahora que al diseño inicial de Libeskind se le ha añadido una corona de turbinas eólicas. Serán sólo 70 pisos (los neoyorquinos han dicho que no quieren subir más alto), frente a los 110 de las Torres Gemelas (que sin embargo sólo eran el quinto edificio más alto del mundo en el momento de su destrucción), con una antena en lo más alto que elevará su estatura hasta más allá de los 600 metros.
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