Las imágenes del ritual del 'Caníbal de Rotemburgo' se proyectan hoy en el juicio

La Audiencia Provincial de Kassel (Alemania) proyecta hoy, a puerta cerrada, el vídeo del ritual caníbal que grabó Armin Meiwes, un técnico informático alemán de 42 años, conocido como el Caníbal de Rotemburgo, en el que supuestamente se ve como mata y se come a su víctima.

Un portavoz de la Audiencia Provincial de Kassel (centro del país), donde se celebra el juicio que acabará a finales de enero, informó ayer de que la proyección no será abierta al público porque su contenido atenta contra las buenas costumbres. Según informó el sábado el diario Bild, el vídeo en cuestión tiene una duración de dos horas y tendrán que verlo en total 12 personas: tres jueces, tres miembros del jurado, el fiscal, el defensor, tres autores de informes y el propio acusado.

Asesinato consentido

El vídeo es una prueba material decisiva para determinar si la víctima, un ingeniero berlinés de 43 años, accedió realmente por propia voluntad a ser matado y devorado, como declaró Meiwes el pasado miércoles en la primera sesión del juicio, que ha levantado una grandísima expectación. Al parecer, la víctima respondió a un anuncio del acusado en el que éste buscaba a hombres dispuestos a ser devorados, y viajó al domicilio de Meiwes, en la pequeña localidad de Roteburgo del Fulda.

En la jornada de hoy, segunda sesión del juicio, también declararán los funcionarios policiales que interrogaron a Meiwes tras su detención en el caserón del siglo XVIII en el que vivía solo desde la muerte de su madre. La Fiscalía le acusa de asesinato con motivación sexual y perturbación del descanso de los muertos, mientras que la defensa parte de homicidio consentido. El canibalismo no está tipificado como delito.

Imágenes desagradables

Según la declaración de Meiwes, la víctima se tomó veinte pastillas para dormir y media botella de licor antes de que el acusado le cortara el pene para comérselo ambos tras pasar el despojo por la sartén. Luego le mató de una cuchillada en el cuello, decapitó el cadáver, lo troceó y congeló y consumió varias partes posteriormente. Todo esto, al parecer, está recogido en el vídeo. En la apertura del juicio, el caníbal confeso aseguró haber grabado las imágenes para masturbarse viéndolas.

Las autoridades dieron con la pista del supuesto caníbal gracias a la advertencia de un estudiante de la ciudad austriaca de Innsbruck quien, tras descubrir en Internet un anuncio en el que Meiwes buscaba a nuevas víctimas, avisó a la central de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), la policía criminal alemana.