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El Congreso de EE UU aprueba una reforma histórica de la asistencia médica a los ancianos

Los mayores deberán abonar 35 dólares mensuales para que el Gobierno les pague el 75% de sus medicinas

Una apretada votación en el Senado estadounidense ha puesto punto final hoy a seis años de negociaciones parlamentarias y a incontables debates públicos sobre la reforma del sistema de seguridad social que se hace cargo de los gastos médicos y hospitalarios de los mayores de 65 años, los jóvenes con afecciones muy determinadas y los enfermos renales graves. Los 40 millones de beneficiarios del Medicare, un programa social creado en 1965, verán aumentada su cobertura previo pago de tasas adicionales, y el Estado, ya fuertemente endeudado, deberá hacer frente a un coste de 400.0000 millones de dólares sólo en recetas en los próximos diez años. La reforma debe ser sancionada ahora por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que se apunta con ella uno de sus tantos más importantes de la legislatura, a menos de un año de las elecciones.

Mucho tiempo llevaban esperando los conservadores la votación que ha terminado con el curso parlamentario de la reforma, y que se ha decantado por 54 votos a favor y 44 en contra (en el Senado, los demócratas cuentan con 49 asientos, dos menos que los republicanos; el plan ha obtenido la aprobación de 42 conservadores, 11 progresistas y un independiente). Tras obtener el beneplácito de Bush, la medida entrará en vigor dentro de tres años y cambiará por completo el modo de funcionamiento de Medicare: se potenciará la lucha de las compañías de seguros privadas para captar a los beneficiarios del sistema público, subirán los salarios federales pagados a médicos y hospitales, y, sobre todo, supondrá el fin del acuerdo tácito de cobrar a todo el mundo la misma cantidad por un servicio médico determinado.

"El principio del fin, no el fin"

Bush había hecho de esta reforma uno de los ejes prioritarios de su política nacional, y ahora podrá esgrimir ante el electorado que los republicanos merecen mayor confianza que los demócratas a la hora de proteger los intereses de los mayores. La lucha en el Senado en los últimos días ha sido feroz, y, de hecho, el líder demócrata en esta Cámara, Tom Daschle, ha prometido seguir dando guerra: "Esto es el principio del fin, no el fin en sí mismo. En un año volveremos a discutir esta ley, cuando los mayores nos pidan cuentas por las numerosas deficiencias que entraña".

Los demócratas creen que "los mayores no podrán comprender y menos aún pagar el nuevo sistema"; además, "los contribuyentes saben que tendrán que pagar aún más a las compañías de seguros y las farmacéuticas, pese a que nuestro país se enfrenta a un déficit nunca antes visto", según informa el diario estadounidense The New York Times.

35 dólares mensuales

Cuando entre en vigor la reforma, en 2006, los beneficiarios de Medicare verán cubierto el 75% de los costes de sus recetas, hasta un límite de 2.250 dólares anuales. Al tiempo, el plan incluye un programa de subvenciones a las empresas para que se hagan cargo de los gastos médicos de sus ex empleados jubilados, con desgravaciones de hasta 70.000 millones de dólares. Además, suben los pagos a médicos y hospitales, se destinan 25.000 millones de dólares para la asistencia en las zonas rurales, y se bonifica fiscalmente a aquellos que inviertan en seguros privados.

Pero la asistencia suplementaria no les saldrá gratis a los estadounidenses. Hasta ahora, el programa sólo cubría los gastos en medicamentos proporcionados en hospitales, pero no la compra de medicinas en farmacias. A partir de 2006, los beneficiarios de Medicare podrán hacer uso opcionalmente de esta última posibilidad, contratando un seguro privado o uno concertado con el Estado. En ambos casos deberán pagar una tasa de 35 dólares mensuales. Será entonces cuando el Gobierno pague el 75% de los gastos en medicamentos hasta el límite de 2.250 dólares anuales. Hasta 2006, los beneficiarios podrán comprar una tarjeta en las farmacias por 30 dólares que les permitirá descontar entre un 15% y un 25% en la compra de medicamentos.

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